: : 27 de agosto 2012
: : Notimex | El Universal : :
Una escultura monolítica con la representación de un jaguar fue hallada en el lecho de un río en Izapa, en la región del Soconusco, Chiapas, y debido a su peso no fue sacada de inmediato, hasta hace unos días, cuyas maniobras de rescate estuvieron a cargo del INAH. Emiliano Gallaga Murrieta, director del Centro INAH-Chiapas, detalló que
el nuevo monumento "sólo esta grabado por una de sus caras con la
fisonomía de un jaguar, con las patas delanteras y traseras flexionadas
como si estuviera echado".
Abundó que se trata de una escultura de bulto que posiblemente estaba en
proceso de elaboración porque el resto de la pieza es liso, de acuerdo
con declaraciones difundidas por el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH). "Las esculturas de Izapa se realizaban con piedras porque no había
metales en esa época, y en algunos casos los indígenas usaban cinceles
de jade. Por las características del monumento y del material asociado,
se estima que puede tener una antigüedad aproximada de 2 mil años",
mencionó. Agregó que el monumento se localizó en el lado noreste del sitio de
Izapa, muy cerca de un edificio de pequeñas dimensiones nombrado
montículo 53, por lo que la hipótesis que han establecido es que el
Monumento 91 pudo estar originalmente en la parte superior de la
Estructura 53 y en algún momento cayó o fue deliberadamente desplazado.
Vale recordar que este monolito se encontró a finales de la temporada de
campo 2011 del Proyecto Reconocimiento Regional de Izapa, dirigido por
el arqueólogo Robert M. Pinter Rosenswig de la Universidad de Albany,
mediante el cual se examinó la superficie donde se asienta Izapa, que
consta de 127 hectáreas, desde la costa hasta pie de monte. Sin embargo, fue hasta hace unos días que se llevaron a cabo las labores de rescate, dirigidas por los arqueólogos Robert
M. Pinter y Emiliano Gallaga Murrieta, durante las cuales se usó un
sistema de poleas adaptado en el lugar con polines y cuerdas, que sirvió
para alzar la escultura y subirla a una camioneta del INAH.
Gallaga Murrieta informó que la escultura será sometida a un proceso de conservación,
en el que será limpiada para poder analizar con más detenimiento su
iconografía, toda vez que tiene una capa de musgo y líquenes que impide
observar detalles de los motivos grabados. El director del Centro INAH-Chiapas comentó que además de la escultura
monolítica, en el lecho del río también se encontraron metates y una
tinaja de piedra, así como piezas de cerámica, entre las que destacan
vasijas trípodes con las patas decoradas, fechadas para el periodo
Clásico Temprano (200-600 d.C.) .
Finalmente, el arqueólogo destacó que esta pieza no sólo incrementa el
acervo escultórico de Izapa, sino que reitera la importancia de dicho
animal en el pensamiento ritual de las culturas mesoamericanas, además de que muestra la sensibilidad de un pueblo para plasmar conceptos en piedra. Esta es la escultura número 91 que se registra en la zona arqueológica
de Izapa, uno de los sitos prehispánicos de Chiapas con mayor cantidad
de monumentos descubiertos. Hasta la fecha se han registrado 284 a la fecha, entre esculturas,
estelas, altares y tronos. Algunos de los monolitos son lisos y otros
tienen grabados que han sido calificados por los expertos como
extraordinarios por la calidad de los trazos y la riqueza iconográfica.
En los monumentos de Izapa está plasmada la cosmovisión del pueblo que
edificó esta ciudad hace aproximadamente 2 mil 500 y 2 mil años,
posiblemente de filiación mixe-zoque, anterior a la cultura maya;
algunas imágenes hacen referencia a diversos mitos que están narrados en
el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas.
Izapa
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