sábado, 14 de mayo de 2011

Internet, en nahuatl.

WILLIAMS CORTEZ : : Heraldo de Xalapa

La defensa del nahuátl como una de las lenguas maternas más importantes cuenta con varios defensores en Veracruz. Uno de ellos es el maestro Jorge Luis Hernández, integrante del Colectivo Xoxhitlahtolli, quien a diferencia de la mayoría de los usuarios de la Internet, el correo electrónico y los mensajes de celular, prefiere hacer de lado las frases del español y el inglés y recurre al nahuátl.

Se trata de un estudioso de dicha lengua, en la que ya ha escrito varios textos y elaborado compilaciones.

Comenta que junto al maya, el nahuátl es una de las lenguas más importantes en América, pues se habla no sólo en México sino también en Centroamérica y algunas partes de los Estados Unidos, y para muestra agregó: “Wisconsin y Michigan son términos de origen nahuátl”.

En estos tiempos de globalización en los que la comunicación se hace en español y en inglés en algunos casos, Jorge Luis Hernández, originario de Camerino Z. Mendoza, reitera su defensa de la histórica lengua recurriendo a todos los medios a su alcance.

Por ejemplo, en el uso de la computadora, relató que: “Tenemos algunos trabajos en Power Point en donde trasmitimos el nahuátl, música, los mensajes en celular, nuestros correos, tenemos un blog, imprimimos camisetas en nahuátl, llaveros, hay un programa de compañeras que tienen que ver con muñecas y mensajes alusivos al Día del Amor, de la madre y todo eso”.

¿Es difícil aprender a hablarlo?

“No es difícil, es como cualquier otra lengua en la que se tiene interés, porque han venido personas de otros países y lo aprenden a hablar muy rápido, por poner un ejemplo, hay alemanes y japoneses… ¡que lo hablan!”.

En el Colectivo Xoxhitlahtolli, nueve integrantes trabajan de manera grupal, aportando sus conocimientos de la lengua, difundiéndola a través de cursos, talleres, publicando textos originales y traducciones a través de algunas compilaciones.

Al cumplirse los primeros 10 años de creado el colectivo, lo frutos de la agrupación comienzan a verse, pues además de su labor editorial han sido invitados por escuelas publicas y privadas para organizar talleres.

“Hemos intentado escribir, analizar y estudiar la lengua, visitando lugares donde todavía se habla y nos da gusto ver cómo esto empieza a tener impacto, por ahí empezamos a escuchar el Himno Nacional y el Himno a Veracruz en lengua nahuált, ya se están escribiendo no sólo cuentos, también novelas, poemas y otros textos que vienen a formar parte del acervo de la lengua”, finalizó el entrevistado.

“Lo que estamos haciendo actualmente es dar cursos-talleres a maestros que vienen ingresando, en su mayoría son hijos de maestros bilingües a los que ya no se les vio la necesidad de trasmitir la lengua a sus hijos y ahora nos estamos dando a la tarea de formar bilingües forzados, son más de 160 jóvenes en Camerino Z Mendoza ”.

¿Qué futuro le ves al nahuátl?

“La lengua está como agazapada, transformándose, revitalizándose, no se ha muerto, está como una fiera que está al acecho y en cualquier momento puede explotar, porque hay mucho conocimiento que en algún momento va a impactar”.

DATO

“En nuestro caso, estamos pugnando porque esto que si no tiene un impacto, por lo menos se mantenga y no siga cayendo, porque venía a pique, queremos que más o menos repunte y lo mantengamos otros tantos años más”. Jorge Luis Hernández, integrante del Colectivo Xoxhitlahtolli.

Nahuatl

Descubren escalinata con jeroglifícos mayas


Una escalinata con jeroglíficos mayas fue descubierta en la Zona Arqueológica El Palmar, al sureste de Campeche, por un equipo de expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y de las universidades de Arizona, Estados Unidos, y Nacional Autónoma de México; su desciframiento preliminar revela que esta ciudad prehispánica mantuvo contactos con las urbes de Calakmul, ubicada en esa misma entidad, y Copán, en Honduras, hace casi mil 300 años.

Los responsables de este proyecto arqueológico, Javier López Camacho y Kenichiro Tsukamoto, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de la Universidad de Arizona, respectivamente, dieron a conocer que la escalinata de seis peldaños conserva 90 bloques con más de 130 cartuchos o conjuntos de jeroglíficos, que hacen referencia a acontecimientos registrados en el periodo Clásico maya (250-900 d.C.).

Destacaron que aunque no se trata de la única escalinata jeroglífica encontrada en las tierras bajas mayas —hasta el momento se tienen reportadas 20—, la de El Palmar se encuentra asociada a la periferia del asentamiento y a estructuras de dimensiones modestas, cuando por lo general estos elementos arquitectónicos se hallan vinculados a edificios monumentales del área central de los sitios.

El reporte de este hallazgo se remite a junio de 2009 como parte de un reconocimiento de superficie que hizo el equipo arqueológico al norte de El Palmar, donde la presencia de un pequeño conjunto de vestigios arqueológicos, al que se nombró Grupo Guzmán, y la evaluación de las piedras in situ, sugirió su posible asociación a una escalera jeroglífica.

La temporada de campo se realizó a fines de 2010 e inicios de 2011 con el financiamiento de la National Geographic Society y la American Philosophical Society, el INAH, la UNAM y la Universidad de Arizona, contando además con el apoyo de expertos de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, así como de la delegación del INAH en Campeche, para su preservación.

De acuerdo con los arqueólogos Javier López Camacho y Kenichiro Tsukamoto, los primeros cuatro peldaños presentaban un buen estado de conservación, mientras el quinto y el sexto estaban fragmentados y fue necesario realizar tratamientos de conservación emergente.

Todos los bloques fueron registrados en fotografía, dibujo y ubicación específica con instrumentos topográficos de tecnología láser, antes de ser trasladados al campamento arqueológico como medida de seguridad, ahí, las restauradoras del INAH: Yareli Jáidar, Diana Arano y Leticia Jiménez, determinaron su estado de conservación.

No obstante lo anterior, las coordinaciones nacionales de Arqueología y de Conservación del Patrimonio Cultural, así como el Centro INAH-Campeche, contemplan el diseño de un proyecto más amplio de restauración en un futuro cercano. Actualmente los bloques grabados permanecen en el campamento ubicado en el poblado Kiché Las Pailas, municipio de Calakmul.

El desciframiento de los jeroglíficos

En lo que respecta al desciframiento de las inscripciones glíficas, si bien es todavía preliminar, el epigrafista del proyecto Octavio Esparza Olguín, de la UNAM, señaló que el texto jeroglífico apunta a acontecimientos importantes para comprender la historia del periodo Clásico maya (250-900 d.C.).

La escalinata jeroglífica del Grupo Guzmán narra —entre otros eventos históricos— la visita de personajes foráneos a El Palmar, posiblemente dignatarios; así mismo, la elaboración del grabado de los escalones está asociada a una rueda calendárica con fecha de 11 Ajaw 18 Sak, que equivaldría al 13 de septiembre de 726 d.C.

La información contenida en el texto epigráfico también hace referencia a señores del sitio, así como a contactos que mantuvo El Palmar con urbes como Calakmul y Copán, éste último ubicado en los confines sureños del área maya.

Es posible que la visita de señores de Calakmul y Copán a El Palmar, se diera una década antes de que estas ciudades fueran derrotadas, respectivamente, por Tikal y Quiriguá (Guatemala), entre 736 y 738 d.C.

Otros hallazgos asociados

La escalinata jeroglífica hallada forma parte de un basamento simple que mide 10 por 10 m, y 3 m de altura, el cual fue acondicionado para soportar un edificio abovedado al que se accede precisamente por esta escalera que se ubica en su costado poniente. Los trabajos para liberar y consolidar esta estructura estuvieron a cargo de la arqueóloga Luz Evelia Campaña.

La excavación fue extensiva y también abarcó un cuarto que está en la parte superior y el basamento de la estructura. En el edificio se identificaron dos banquetas en los extremos y, sobre su piso —que muestra huellas de haber sido quemado, posible evidencia de un ritual— se registraron fragmentos de cerámica.

Además, al excavar dentro del cuarto se encontró un entierro con ofrenda, contemporáneo a la construcción de la escalera, el análisis estratigráfico estableció que data del siglo VIII d.C.

El entierro está compuesto por restos óseos humanos erosionados, dos vasijas policromas y huesos. El análisis preliminar —realizado por la antropóloga física Jessica Cerezo-Román, de la Universidad de Arizona— sugiere que corresponde a un individuo masculino de alto rango, esto a juzgar por las características de su mandíbula y la incrustación de jade en los dientes incisivos.

A su vez, los materiales cerámicos y líticos son estudiados en el Laboratorio de Estudios Mayas de la ENAH, y en el Laboratorio de Suelos y Sedimentos de esta escuela. Mientras que el biólogo Serafín Sánchez Pérez analiza evidencias de actividades humanas plasmadas en los pisos quemados.

Por otra parte, el doctor José Luis Ruvalcaba, del Instituto de Física de la UNAM, efectúa el análisis de piezas de obsidianas por medio de la emisión de rayos X inducida por partículas (PIXE, por sus siglas en inglés), a fin de establecer su procedencia. El fechamiento por carbono 14 y el análisis petrográfico (del tipo de roca) se llevan a cabo en la Universidad de Arizona, para confirmar con precisión las fechas inscritas y determinar las huellas presentes en los artefactos.

El Palmar