martes, 24 de agosto de 2010

Identifican nuevo gobernante maya investigadores del INAH

El nombre de un gobernante maya que hasta ahora no figuraba en la línea dinástica de esa antigua ciudad de Toniná, en Chiapas, fue recientemente identificado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a partir del desciframiento de una serie de jeroglíficos hallados en un fragmento escultórico. Con esta referencia aumentan a 14 los dignatarios registrados del linaje de esa urbe prehispánica que fue enemiga de Palenque.

Así lo dio a conocer el epigrafista Carlos Pallán Gayol, director del Acervo Jeroglífico e Iconográfico Maya (Ajimaya), del INAH, quien explicó que el trozo de piedra contiene una serie de inscripciones en las que se lee el denominativo de K’awiil, referido como señor divino de Po’, nombre original de Toniná y que podría significar “blanco” en una antigua lengua mixe-zoqueana.

Las recientes investigaciones y trabajos de registro de monumentos realizados en la Zona Arqueológica de Toniná, en Chiapas, permitieron detectar en dicho resto escultórico el nombre (parcialmente dañado) de un gobernante que tiene como signo principal la cabeza del dios del relámpago, llamado K’awiil, seguido de otro signo que podría guardar cierta semejanza con una deidad de las tormentas, llamada Yopaat. Carlos Pallán precisó que el alto rango de este personaje se infiere a partir del emblema que ostenta, con el título de señor divino de Po’, cuyo uso era exclusivo de los gobernantes. Es posible que corresponda a un individuo masculino, difiriendo así de los nombres de tres señoras previamente identificadas como Ix Winik Timak K’awiil (madre del gobernante nueve de Toniná), Ix Muyal Chan K’awiil, de origen extranjero; e Ix K’awiil Kaan, quien parece haber gobernado en el sitio en el año 722 d.C.

El director del Ajimaya abundó que en coordinación con el doctor Juan Yadeun, encargado del Proyecto Arqueológico Toniná, a partir del estudio de inscripciones se ha podido reconstruir la línea dinástica de esta antigua ciudad maya. “Se trata de un listado que, tras incorporar la nueva evidencia que brinda el nombre glífico de K’awiil, aumentaría a 14 posibles gobernantes, todos asociados con el título de “señor divino de Po’”, y cuyos periodos en el poder abarcan un intervalo de cuatro siglos, que va de 501 a 909 d.C., aproximadamente. Pallán anotó que en dicha lista también se incluyen algunos sacerdotes de alto rango que desempeñaron un papel político importante, como Aj Ch’aaj Naah y K’elen Hix, quienes asumieron el control efectivo de Toniná durante momentos particularmente difíciles de su historia, como aquel que siguió a la derrota militar ante Palenque en 687 d.C.

Parte de estos conocimientos fueron dados a conocer recientemente en el taller práctico Las historia antigua de Toniná, impartido por Carlos Pallán y Juan Yadeun a un grupo de estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), el marco de la conmemoración del décimo aniversario del Museo de Sitio de Toniná. En ese sentido, el maestro Pallán explicó que uno los objetivos de las últimas temporadas de campo en este sitio arqueológico y del curso de Arqueología y Epigrafía de Toniná, ha sido reexaminar toda la evidencia epigráfica que pueda servir para reconstruir la historia del mismo. Tal evidencia, dijo, se coteja con los recientes descubrimientos arqueológicos en Toniná, y con los avances en la documentación y en el desciframiento de los cientos de inscripciones y monumentos que allí se produjeron. “En éstos fueron registrados datos como las fechas de nacimiento, de entronización y de muerte de los principales gobernantes y sacerdotes, además de las guerras y capturas efectuadas durante sus reinados”, agregó.

Para ello, concluyó, se han usado técnicas novedosas como la toma de Imágenes de Transformación Reflectiva (RTI, por sus siglas en inglés), que a partir de una secuencia de 80-90 fotografías, permite generar una sola imagen, cuya iluminación puede ser manipulada en forma interactiva, registrándose así detalles muy difíciles de captar a simple vista, fundamentales para un desciframiento más preciso de los jeroglíficos.

K’awiil


Regresa a Tláhuac brasero prehispánico




El brasero prehispánico dedicado a Chicomecoatl, la diosa del maíz, descubierto en Tláhuac hace 15 años, regresará a la demarcación para ser resguardado por el museo regional comunitario Cuitláhuac, reveló el presidente de la "Alianza de los Barrios Tizic, Tecpancalco, Atenchincalca y Teopancalco" A.C., Jesús Galindo Ortega.

Galindo Ortega explicó que con la entrega al museo de Chicomecoatl, prevista para el 4 de septiembre próximo, se inicia el regreso de los cinco braseros ceremoniales de la cultura azteca, localizados por él en terrenos ejidales, aledaños al centro histórico de la demarcación.

El agosto de 1995, el joven descubrió los cinco braseros ceremoniales dedicados a Tonacatecuhtli, dios de la creación y de la fertilidad Tonacacihuatl, señora de Nuestra Carne o señora de los Mantenimientos, Chicomecoatl, a diosa de la Subsistencia, Tlaloc, dios de la Lluvia, y Chachalcihuatl.

La ceremonia de entrega por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia se llevara a cabo el 4 de septiembre en la explanada delegacional, desde donde se realizará una procesión hacia las instalaciones del museo, en Avenida Tláhuac Chalco 63, en el barrio de Magdalena.

Armando Ramírez -- armandoramirez@yahoo.com Chicomecoatl

La nota con más información desde el INAH: Chicomecoatl

lunes, 16 de agosto de 2010

Los mesoamericanos "eran cachondos, voluptuosos; no se andaban con tapujos"

Arturo García Hernández : La Jornada : 16 de agosto 2010

¿Cómo era la sexualidad y el erotismo entre los pueblos mesoamericanos? Eugenio Aguirre responde esta pregunta en su libro más reciente, Pecar como dios manda, donde explora y expone con lenguaje accesible a los no iniciados, uno de los aspectos menos difundidos de las culturas originarias.

Desde una perspectiva contemporánea –dice el autor en entrevista– se puede calificar a los habitantes de Mesoamérica como luminosos, voluptuosos, desparpajados, cachondos, nada frugales en su expresión sexual, la cual ejercitaban con singular alegría, no se andaban con tapujos; había un intercambio sexual muy intenso en esas sociedades.

–Por decirlo de manera prosaica, ¿cómo cogían?

–Pues con mucho gusto, eran muy buenos amantes, habían desarrollado técnicas amatorias sutiles, pringadas de poesía y de un placer sensorial muy fuerte, sobre todo las culturas que no estaban sometidas a regímenes muy restrictivos, como los aztecas, y que eran muy sueltas en su ejercicio sexual; buscaban espacios propicios y atractivos, como el campo o la riviera de los ríos.

–La vida sexual cotidiana, ¿no estaba necesariamente asociada con prácticas rituales o determinada por éstas?

–No; por ejemplo, entre los mayas bastaba con que un hombre y una mujer comieran juntos para que se diera por sentado que ya estaban ayuntados y que podían llegar al matrimonio. Entre los mexicas, los hombres podían tener concubinas sin restricción; también doy una descripción pormenorizada de la cotidianidad sexual en las culturas maya, zapoteca y mixteca, donde reflejo cómo se vinculaban amorosa y sexualmente los integrantes de los distintos estratos sexuales, cuáles eran sus permisividades y cuáles las conductas que estaban reprimidas porque podían considerarse transgresiones y pecados respecto de su propia cosmogonía.

Eran bastante claros y rigurosos en el castigo a las trasgresiones; a las mujeres les pedían que no se maquillaran, que no masticaran chicle; en las ceremonias de petición no se entregaba a la mujer a la primera de cambio; el adulterio era de lo más castigado, también la violación, el incesto, la masturbación, la sodomía y el bestialismo, entre otras conductas.

Sin embargo, aunque el adulterio era lo más perseguido, se practicaba constantemente y muchas veces con la aquiescencia del marido; en el trasfondo social había este juego de doble moral, además de que tenían el privilegio de la confesión, que no es un atributo exclusivo de la religión católica: las religiones prehispánicas también la practicaban, tenían una deidad, Tlazotéotl, que era la comedora de inmundicias, es decir, la que tomaba conocimiento de los pecados, que una vez confesados quedaban perdonados.

–¿Manejaban el concepto de pecado en esas culturas?

–La palabra pecado, no, pero el concepto de transgresión sí, que era equiparable al concepto de delito y de pecado, y se reprimían.

–¿Dónde documentó todos estos detalles?

–Consulté cerca de 87 fuentes, entre libros, ensayos en revistas especializadas, artículos y documentos de archivo. Fui muy cuidadoso a la hora de citar las fuentes, para que no hubiera confusión del lector y para respetar a todos los autores. Muchas de las fuentes son antropológicas, publicadas en revistas como Arqueología mexicana o en los anales del Instituto Nacional de Antropología e Historia; otras son libros publicados por la Universidad Nacional Autónoma de México, el Fondo de Cultura Económica y el Colegio de México, de autores como Miguel León-Portilla, Alfredo López Austin, Noemí Quezada; otra información es del Archivo General de la Nación. Lo que hago con todo eso es darle un tratamiento literario en cuanto a redacción, en la forma de contar, para hacerlo accesible al lector; y me di pequeñas licencias para darle un sabor erótico-hedonista.

Pecar como dios manda –publicado por Editorial Planeta– es el primero de tres tomos sobre la historia sexual de los mexicanos. Este primer volumen está dividido en dos partes: México prehispánico, la más extensa, donde aborda la sexualidad entre los nahuas, los mayas, los mixtecas y los zapotecas, y Conquista e Inicio de la Colonia.

–¿Se ejercía igual la sexualidad entre los distintos pueblos prehispánicos?

–Los huastecos eran terriblemente impúdicos; por ejemplo, se sobreponían unos falos gigantescos y hacían ostentación de ellos; los otomies eran de una actividad sexual impresionante: decían que un varón tenía que ser capaz de tener entre siete y 10 eyaculaciones continuas y una mujer debía ser capaz de aceptar entre siete y 10 cópulas; quienes tenían menos de cinco cópulas continuas eran mal vistos; los aztecas no eran permisivos con la desnudez, en cambio los pueblos del Golfo hacían ostentación de la genitalidad, la cual era propiciatoria de escarceos sexuales.

–¿Qué cambió con la llegada de los españoles?

–Pues empezaron a imponer las normas de la religión católica, promovían la monogamia, el coito sólo con fines de procreación y pretendieron inhibir el placer de la carne, el regodeo del sexo; empezaron a soterrar y esconder la sexualidad, pero de todos modos se siguieron transgrediendo las normas y cogiendo como se les daba la gana, simplemente se volvieron más discretos, para no tener problemas.

Sexualidad mesoamericana

viernes, 13 de agosto de 2010

"Rostros de la divinidad. Los mosaicos mayas de piedra verde"




Noche triste de Cortés en su pueblo natal

Armando G. Tejeda : : La Jornada : : 13 de agosto

Madrid, 12 de agosto. Tinta roja y un mensaje tanto ético como estético: hay que replantear la estatua de Hernán Cortés en su pueblo natal, Medellín, en Extremadura, por ser un gesto cruel y arrogante con los pueblos originarios de América. En el monumento, construido a finales del siglo XIX y que recibió el aval de las autoridades públicas y religiosas, aparece el conquistador español vestido de uniforme militar, con gesto altivo y heroico y con su pie izquierdo sobre la cabeza de un indígena mexicano, al parecer azteca, y otros símbolos religiosos de la cultura precolombina.

El colectivo autodenominado Ciudadanos Anónimos decidió realizar un acto de protesta para criticar una escultura que, según ellos, vulnera los principios básicos de ética y de estética. Por eso actuaron de madrugada para teñir de pintura roja más de la mitad de la estatua de tres metros de altura y cuatro de ancho. El monumento, erigido como homenaje al conquistador español, es a su vez un atractivo turístico de este pueblo extremeño, que es uno de los puntos de visita de la ruta que tiene relación con el periodo histórico de la Conquista y sus protagonistas españoles, ya que muchos de ellos eran originarios de esta región del país, entonces una zona pobre y poblada sobre todo por marinos, militares y granjeros sin preparación intelectual. Incluso en esta zona de España su patrona es también la Virgen de Guadalupe, cuya imagen y leyenda fue posteriormente llevada a México.

El polémico monumento se encuentra en la plaza central del pueblo, con una breve leyenda en la que se exalta la figura de Cortés y se recuerda las cuatro principales batallas que permitieron, después, la colonización, pero que, al mismo tiempo, forman parte importante del genocidio de los pueblos originarios en América Latina. Se trata de las batallas de Otumba, Tlaxcala, Tabasco y México.

El acto de protesta fue calificado por las autoridades del pueblo y de la comunidad autónoma como un acto vandálico propio de desaprensivos, por lo que de inmediato se abrió una investigación policial en la que tanto la Guardia Civil como los vecinos del pueblo advirtieron que al final se detendría a los responsables del ataque al patrimonio histórico nacional.

Los supuestos responsables querían dejar un mensaje claro, para lo que incluso reivindicaron la acción por medio de un comunicado que remitieron únicamente a la agencia española Efe, y que acompañaron de una fotografía en la que se ve a una persona con el rostro y el cuerpo cubiertos pintando de rojo la estatua. Además, el comunicado es el mismo que apareció en las inmediaciones de la plaza la madrugada de ayer, cuando los vecinos no sólo descubrieron su monumento pintado de rojo-sangre, sino que también conocieron las razones de sus autores, que siempre dijeron actuar sin afán de destrucción.

Con la rúbrica de Ciudadanos Anónimos, los autores consideran que la estatua es una glorificación cruel y arrogante del genocidio y un insulto al pueblo de México, por lo que instan a los responsables públicos de la región extremeña a que se intente revisar la citada escultura –obra del artista Eduardo Barrón y creada en 1890– y eliminar la parte denigratoria con los pueblos originarios. Según el colectivo anónimo, en la estatua se pueden observar símbolos que representan a las instituciones política, religiosa y militar junto a la cabeza despojada de un indio que está bajo el pie del asesino Hernán Cortés.

Advierte que la cabeza del indio posee un tratamiento plástico diferente, más tosco, menos realista y con carácter semihumano en comparación con el de la figura dominante. En este sentido critican qué criterios justifican una obra así por ética como valor estético fundamental, cuestionando el contenido sin discutir su valor histórico y sin afán alguno de destrucción o daño.

Los autores del acto de protesta justificaron su acción precisamente en las fiestas del bicentenario de la Independencia que está llevando a cabo México y, en concreto, con el partido de futbol del pasado miércoles entre las selecciones nacionales de ambos países. Es probable que los jugadores no sepan que, curiosamente, el conquistador Hernán Cortés se exhibe en la plaza de su pueblo con una bola entre los pies. Por eso derramamos la pintura, pensando que añadiéndole el color de La Roja, y aprovechando la bola entre los pies, enriquecemos esta triste caricatura. Por eso, insisten, la estatua es una ofensa al pueblo de México, por lo que debemos reparar con máxima urgencia nuestro insulto, esta glorificación cruel y arrogante del genocidio.

Es, en resumen, una representación fascista de Hernán Cortés que debería cambiarse por otra, como un monumento a todos los caídos en estas invasiones, en el que también se trate con dignidad al pueblo vencido en aquella agresión.

En respuesta, el alcalde de la ciudad, Antonio Parral, informó que se llevará a los responsables ante la justicia, al tiempo que dijo estar convencido de que el acto de protesta se había llevado a cabo entre las tres y las seis de la mañana. También reaccionaron con indignación los integrantes de la Asociación Histórica Metellinense, que emitieron un comunicado en el que condenan la cobarde y antidemocrática acción vandálica contra el patrimonio artístico y monumental de Medellín. Además, aseguran para justificar el estilo del monumento, que la estatua se diseña en pleno auge del arte romántico y la cabeza en la que apoya Cortés su pie no es un indio sino un ídolo mexica.

martes, 10 de agosto de 2010

Reúnen por primera vez seis ofrendas de gobernantes mayas


Ana Mónica Rodríguez
La Jornada
10 de agosto de 2010

La magnificencia de los ajuares funerarios de seis dignatarios mayas, como la del rey Pakal, de más de mil años de antigüedad, podrá ser vista en la exposición Rostros de la divinidad: los mosaicos mayas de piedra verde.

Trece impactantes máscaras, incluidas entre las 147 piezas obtenidas de las zonas arqueológicas de Palenque, Calakmul, Dzinbanché y Oxkintok, se mostrarán a partir del viernes 13 en el Museo Nacional de Antropología.

Una de las piezas estelares es el ajuar funerario de Pakal, rey que estará representado con sus máscaras, collares, orejeras, brazaletes y túnica.

La imagen del gobernante fue reconstruida de manera integral por especialistas, luego de la restauración e investigación minuciosa de los objetos que fueron hallados en su tumba, en Palenque. Serán montadas las joyas con las que fueron sepultados y las máscaras que revelan algunos rostros de los antiguos dignatarios.

En la sala Culturas indígenas se recrean las tumbas de los seis gobernantes, luego de que arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología Historia (INAH) y de otras instancias exploraron dichas tumbas en los años 80 y 90 del siglo pasado y, por primera vez, el instituto mostrará las majestuosas joyas de los gobernantes que datan del periodo clásico (200-900 dC), entre las que también figura un pectoral zoomorfo de concha.

Para completar el recorrido se presentarán objetos introductorios, cédulas museográficas e información multimedia para comprender el significado de esas piezas y la magnitud de los contextos funerarios entre los mayas.

Esplendor y ritualidad

Sofía Martínez del Campo Lanz, curadora de la muestra y responsable del Proyecto Máscaras Funerarias, que impulsa la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, informó que la muestra se efectúa tras la minuciosa restauración del esplendor y ritualidad de las máscaras.

De las 13 máscaras, dijo, ocho corresponden a los rostros de dignatarios del periodo clásico (200-900 dC), quienes contribuyeron al auge de las dinastías mayas, como las de K’inich Janaab’ Pakal, que dirigió Palenque entre 615 y 683 dC.

Del resto de las máscaras de dignatarios mayas –de los que se desconoce el nombre–, tres corresponden a dos de Dzibanché, y una al de La Rovirosa, ambos sitios ubicados en Quintana Roo; otras dos al de Calakmul, en Campeche; y otra al soberano de Oxkintok, en Yucatán, donde se halló también el pectoral zoomorfo de concha que se incluye en esta exposición.

De ese conjunto de máscaras funerarias, cinco muestran rostros de deidades que acompañaban las acciones de los señores mayas, y fueron dispuestas en las ofrendas como pectorales o cinturones ceremoniales.

Martínez del Campo Lanz reveló que de manera paralela la exposición reúne por vez primera seis ofrendas funerarias completas pertenecientes a dignatarios mayas: una de Palenque, dos de Calakmul, dos de Dzibanché, y otra de Oxkintok, Yucatán. Esta última carece de máscara de piedra verde, pero posee un mosaico zoomorfo de concha.

También podrá ser vista una alfombra funeraria elaborada con cerca de 8 mil caracoles y semillas, que hace mil 600 años formó parte del ajuar de un personaje de alto rango de Calakmul. La majestuosidad de la alfombra se observa en un metro de largo por 25 centímetros de ancho aproximadamente y fue restaurada y rearmada por Martínez del Campo, entre 2008 y 2009.

“A partir de que las tumbas fueron exploradas –explica la curadora–, las ofrendas se disociaron y los objetos se exhibieron en diversos museos; nunca se habían presentado en conjunto de la forma en que fueron encontradas originalmente, por lo que no había sido posible hacer una lectura completa para comprender su significado.

Uno de los objetivos de exhibir los ajuares íntegros radica en que cada pieza forma parte de un conjunto simbólico; si se disocian pierden ese carácter.

Sofía Martínez del Campo Lanz dice que las máscaras funerarias, además de revelar el rostro de los gobernantes, tenían una asociación con lo divino, toda vez que los materiales de las teselas o mosaicos con que fueron hechas (jade, crisoprasa, caracol, concha, obsidiana y hematita espectacular) eran utilizados para representar lo sagrado.

Rostros de la divinidad también incluye otras máscaras ceremoniales de piedra verde halladas en entierros secundarios de Oxkintok, Dzibanché y La Rovirosa.

Luego de su permanencia hasta septiembre en el Museo Nacional de Antropología, la exposición hará escala en Italia, en el Museo Arqueológico de Nápoles (del próximo noviembre a enero de 2011), y después se verá en París.

El acervo proviene de los museos Nacional de Antropología, Regional de Yucatán Palacio Cantón, los de sitio de Palenque y Toniná, en Chiapas, y de Pomoná, en Tabasco, así como de los fuertes de La Soledad y de San Miguel, en Campeche; además de los museos Amparo, en Puebla, y los centros INAH de Campeche, Quintana Roo y Chiapas.

La máscara de Pakal II (603-683 dC) fue restaurada luego de hallerse la tumba en el Templo de las Inscripciones de Palenque.

Un grupo interdisciplinario del instituto trabajó durante dos años con la pieza, que consta de 200 fragmentos de mosaico de piedra verde, descubierta en 1952. El objetivo era presentar un nuevo rostro del rey Pakal, con rasgos diferentes a los que todo el mundo ha conocido durante más de 50 años.

La muestra será inaugurada este jueves y concluirá en septiembre. Visitas de martes a domingo, de 9 a 17 horas, en el Museo Nacional de Antropología (Reforma y Gandhi, Chapultepec). Costo: 51 pesos.


Rostros de la divinidad


martes, 3 de agosto de 2010

Indicios de tumbas de gobernantes teotihuacanos

Ana Mónica Rodríguez : : La Jornada : : 3 agosto 2010

Una serie de galerías que presuntamente conducen hacia las sepulturas de gobernantes teotihuacanos fueron descubiertas por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tras ingresar a un túnel ubicado frente al Templo de la Serpiente Emplumada, el cual permaneció cerrado por más de mil 800 años.

El hallazgo ocurrió luego de ocho meses de trabajos arqueológicos, cuando los investigadores descendieron 12 metros por "un inmenso tiro vertical" localizado frente al templo de Quetzalcóatl.

En el túnel, como informó La Jornada (20/07/09 y 18/02/10), aún faltan por excavar de dos a tres metros para llegar al nivel de lo que entonces era el piso e ingresar al conducto que tiene una longitud de más de 100 metros y se supone que conduce a una serie de galerías donde estarían sepultados los restos de gobernantes teotihuacanos.

Este descubrimiento, que será detallado este martes en la zona prehispánica por el ar- queólogo Sergio Gómez, quien está a cargo de las investigaciones, es de suma importancia, aunque todavía se desconocen la identidad y los sitios donde fueron sepultados los antiguos gobernantes.

Misterioso ocaso

En 2007, la antropóloga Linda Rosa Manzanilla Naim, experta en el estudio de la civilización teotihuacana, dijo a este diario: “Hasta ahora nadie ha encontrado el entierro de algún gobernante teotihuacano, y quizá las pirámides no fueron tumbas, sino templos dedicados a las deidades.

“Sin embargo –prosiguió–, la característica más excepcional frente a sus contemporáneos fue, a mi modo de ver, la organización corporativa del gobierno, y el hecho de ser la excepción en Mesoamérica.”

Explicó: "Quienes gobernaron sucesivamente Teotihuacán por seis siglos escondieron sus identidades y tumbas, no revelaron sus nombres, no hicieron patentes sus hazañas, disimularon sus moradas en el conjunto arquitectónico. Singular reto intelectual comprender cómo estuvo regido el Estado teotihuacano y su capital".

Manzanilla Naim precisó que esa civilización aparentó ser un Estado fuerte, su sociedad era multiétnica, pero posiblemente había pugnas entre jefes de los barrios y el cogobierno central de esa gran urbe prehispánica que es considerada, por los elementos estudiados hasta ahora, la "gran anomalía" del periodo clásico.

Con un área de 20 kilómetros cuadrados y 125 mil habitantes, Teotihuacán fue una ciudad "gigantesca" para su tiempo y aportó a otras culturas la idea de una traza urbanística ortogonal, la creación de un sistema de drenaje y la vida compartida en conjuntos multifamiliares.

Hasta ahora, la llamada Ciudad de los Dioses sólo ha sido excavada en 10 por ciento de lo que abarcaba su antigua extensión.

Así se refirió Linda Manzanilla a la antigua urbe que desapareció sin dejar evidencia de quiénes fueron sus gobernantes y de las causas que ocasionaron su ocaso.

En el túnel, "el arqueólogo Sergio Gómez encontró una especie de chimenea o respiradero, una enorme oquedad, la cual fue descubierta tras realizar una serie de resonancias, y mediante el uso de equipo especializado se han observado fragmentos de esculturas en las paredes del túnel", explicó Salvador Guilliem sobre el hallazgo en el sitio prehispánico más visitado de México.

Teotihuacan