lunes, 6 de febrero de 2012

INAH anuncia hallazgo de tres mil pinturas rupestres

07 Enero 2012 :: Notimex

Investigadores del Instituto hallaron al noreste de Guanajuato dichos motivos pictóricos, ubicados en una distribución de 40 sitios rocosos. Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron en el noreste de Guanajuato más de tres mil motivos pictóricos rupestres, distribuidos en 40 sitios rocosos.

Se trata de imágenes que aluden a rituales de paso, curación, petición de lluvias o de culto a los cerros, que fueron hechas por antiguas sociedades de cazadores-recolectores que ocuparon esa zona durante el primer milenio de nuestra era (siglos I al X d.C.). Los investigadores también encontraron representaciones religiosas e inscripciones correspondientes a la época colonial, realizadas por comunidades otomíes, además de otras hechas por rancheros y religiosos en los siglos XIX y XX.

El hallazgo fue registrado durante la cuarta temporada de investigación y registro del proyecto Arte Rupestre en la Cuenca del Río Victoria, que abarca la zona semidesértica de Querétaro y Guanajuato y que es dirigido por el arqueólogo Carlos Viramontes. "Los motivos pictóricos hallados están distribuidos en 40 sitios, entre frentes y abrigos rocosos, distribuidos en los municipios de Tierra Blanca, San Luis de la Paz, San Diego de la Unión, Xichú y Victoria, en Guanajuato", detalló el arqueólogo.

Explicó que estos espacios, que se suman a los más de 70 sitios con arte rupestre hallados en dicha entidad desde finales de la década de 1980, se clasificaron en públicos y privados. "Los públicos son donde quizá participó un gran número de personas en la creación de la iconografía como parte de algún ritual, ya que es fácil accesar al ubicarse cerca de los pies de monte en los valles; y los privados, donde se cree que un pequeño número de individuos hacían ceremonias, pues existe dificultad para llegar hasta ellos al hallarse escondidos en cañadas y barrancas", precisó el arqueólogo. Ejemplo de ello, agregó, son los sitios conocidos como Manitas, en la comunidad de Tierra Blanca, y Cerro Redondo, en el municipio de San Luis de la Paz.

El primero corresponde a un lugar de ritual privado, donde quizá sólo participaban el especialista de rituales y sus aprendices, ya que se ubica cerca de una cumbre montañosa de alrededor de tres mil 400 metros de altura, escondido en una cañada, que dificulta su acceso. Las improntas aluden a figuras humanas, plantas y animales que en algunos casos son semejantes a seres fantásticos, así como algunos trazos geométricos y manos en colores rojo y negro, hechos por grupos de cazadores-recolectores.

"Mientras que Cerro Redondo lo consideramos un espacio público para rituales, en el que participaban gran número de personas; se trata de una pequeña elevación en medio de una planicie que fue habitada por sociedades de cazadores-recolectores por cientos de años. Allí se hallaron iconografías rupestres antropomorfas, así como de plantas, o de animales e insectos", añadió el arqueólogo.

Subrayó los tonos amarillos, faldellines y escudos en manos, así como algunos instrumentos no identificados aún, son las principales características de las representaciones hechas por cazadores-recolectores.

"También hay una gran diversidad de animales representados, principalmente ciervos, cánidos, insectos como ciempiés y arácnidos, y gran cantidad de aves junto a círculos radiados que probablemente sean representaciones solares", abundó Carlos Viramontes.

Cuenca del Río Victoria

Los vestigios del Calmécac ya se pueden visitar

Abida Ventura :: 27 enero 2012 :: El Universal

EnlaceA pesar de que desde diciembre el Centro Cultural de España en México (CCEMx) ofrece recorridos grupales al Museo de Sitio que resguarda en su sótano, los vestigios del edificio prehispánico donde estudiaban los hijos de los nobles mexicas fueron presentados ayer ante los medios de comunicación.

El espacio, que tuvo un costo de 5 millones de pesos, exhibe los restos de un Calmécac y 88 piezas de las etapas prehispánica, colonial y moderna, hallados en el sitio.

“Se trata del Calmécac, donde estudiaban los hijos de los nobles mexicas, donde adquirían conocimientos de astronomía, literatura, filosofía y la interpretación de los códices”, dijo el arqueólogo Raúl Barrera, director del Programa de Arqueología Urbana del Proyecto Templo Mayor y encargado de los trabajos de salvamento que llevaron a este hallazgo en el lugar donde se planeaba construir un estacionamiento.

El público puede visitar el museo previa cita, aunque su inauguración oficial está pendiente. “Ahora que asumió el nuevo gobierno en España estamos a la espera de la agenda de las autoridades para la inauguración protocolar del espacio”, dijo Ana Tomé, nueva directora del CCEMx.

La entrada al museo es gratuito. Informes en: visitas@ccemx.org

Templo Mayor

10 datos del estudio de la misteriosa máscara de Teotihuacan

Lilián Anaya :: El Universal Estado de México :: 23 enero 2012


José Luis Ruvalcaba Sil, especialista e investigador del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México, se encuentra concentrado en investigar uno de los últimos hallazgos hechos en Teotihuacan, se trata de la máscara verde desenterrada del basamento de la Pirámide del Sol. Por lo que se dedica a determinar qué materiales la componen, establecer la técnica usada en su manufactura e ir tan a fondo como para hallar hasta la más minúscula pista química para saber la región en la que fue elaborada.

Para encontrar las respuestas requiere de un acelerador de partículas, un modelo Tandem Pelletron que proyecta un haz de protones de manera externa, ya que no todos los objetos arqueológicos pueden ser sometidos a las duras condiciones de una cámara al vacío, y el sistema desarrollado por Ruvalcaba es el idóneo para utilizarlos en estas tareas.

Y es que dicha estructura se destaca por la delicadeza al momento de caracterizar materiales presentes en una reliquia ha beneficiado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que para esto antes era preciso desprender un fragmento y practicarle pruebas, hoy en día sólo basta con un rayo que incida en la superficie del objeto.

Por lo que el INAH ha puesto en manos del investigador varios de sus hallazgos más importantes, una de ellas, la pieza excepcional de aproximadamente 11 centímetros de altura, 11.5 de ancho y que pesa poco más de un kilo, que trata de un rostro con ojos de metal dorado tan brillantes y bien conservados, que en un principio pensaron que se trataba de oro.

“Sí, pues se sabe que en la primera mitad del siglo I d.C, fecha de elaboración de esta pieza, los prehispánicos no trabajaban el oro, así que constatar ese hecho nos llevaría a replantear mucho de lo que damos por sentado”, dijo el experto. Por ello EL UNIVERSAL Edomex, da a conocer algunos puntos de esta nueva técnica, la cual busca preservar en medida de los posible, el bienestar de los hallazgos arqueológicos.

1.- De acuerdo con Ruvalcaba, hay minerales que remiten a canteras particulares, mientras que otros delatan técnicas desarrolladas por ciertas culturas, y algunos son evidencia de las nociones que tenían los antiguos acerca de qué era valioso y qué resultaba fútil.

2.- Con los métodos adecuados es posible estudiar y preservar, pues luego de ir a Bélgica a especializarse en caracterización de materiales, y dicha certeza fue la que lo hizo regresar para convertirse en el introductor de estos métodos en México.

3.- El nuevo método usa un recurso arqueométrico invaluable, que brinda a los especialistas datos cuya obtención, por vías tradicionales, implicarían un daño para el objeto estudiado; “el acelerador hace que los materiales hablen, pero también que la ciencia dialogue de tú a tú con las humanidades”dijo el especialista.

4.- El acelerador Pelletron del IF fue modificado para proyectar un rayo de protones que, al incidir en una superficie, genera una emisión de rayos X particular para cada elemento ahí contenido. Por lo que parece que recoge huellas digitales para identificar a un individuo en concreto.

5.- La técnica conocida como PIXE, arroja información no sólo de los elementos mayores presentes en la pieza analizada, sino de otros que aparecen en cantidades menores y que reciben el nombre de “trazas”, gracias a que es muy sensible, tanto que se pudo saber que los ojos de la máscara estaban hechos de hierro, azufre y trazas de arsénico, es decir, pirita arsenical.

6.- El experto dio a conocer que es preciso realizar dos pasos, primero aplicar el acelerador para determinar los elementos, mientras que la espectrometría Raman e infrarroja señalan qué compuestos químicos tenemos. Ambas lecturas permiten integrar datos más completos.

7.- El libro El corazón de piedra verde, de Salvador de Madariaga, es considerado una de las recreaciones más fieles de lo que fue la vida en el México de antes de la Conquista, por lo que los arqueólogos sospechaban que podía ser jadeíta, cuya fuente sólo se encuentra en el área maya, aunque también sabían podía tratarse de serpentina, un mineral de extracción local. Las lecturas arrojaron que este rostro fue elaborado con serpentina, extraída de zonas cercanas a Teotihuacán, lo que echó por tierra las hipótesis de quienes imaginaban piezas de jade que atravesaban largas distancias.

8.- Asimismo dio a conocer que se ha desarrollado equipo portátil, el cual permite salir del laboratorio e ir directamente a los museos o incluso a los sitios arqueológicos. Con dicho instrumenta se ha analizado el Acta de Independencia de 1821, libros de coro del siglo XVII al XIX —de los acervos de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y la de Puebla—, pintura mural, y códices tanto precolombinos como coloniales.

9.- Las máquinas portátiles funcionan con pinturas, papel y demás materiales, pero no tanto con los minerales si se intenta determinar su procedencia, ya que no pueden hacer lecturas precisas de muchos elementos. Mientras que con el acelerador sí puede hacer esto, pero dado que pesa toneladas, es imposible sacarlo del IF.

10.- Ruvalcaba dijo que aún continúa en la búsqueda de estrategias que le permitan deshacerse del ancla que representa el laboratorio, pues aunque concede que es una tecnología útil, a veces ata de manos, “porque, seamos honestos, hay objetos que no pueden ser trasladados y que deben estudiarse y conservarse. Hoy, nuestro reto es éste, desplazarnos hasta donde se requiera, hacer análisis, caracterizar materiales y ver qué más tiene nuestro patrimonio por decir”, puntualizó.

Teotihuacan

Malinalco estrenará área de visita

Boletín :: INAH :: 30 de Enero de 2012

Malinalco, la segunda zona arqueológica más visitada del Estado de México, después de Teotihuacan, aumentará al doble su área de visita en los próximos meses, al habilitar un recorrido por seis estructuras monumentales que se ubican en la cima del Cerro de los Ídolos, espacio que entre 1476 y 1521 d.C., sirvió de vigía para los intereses del imperio mexica.

Desde esta nueva área, que comprende aproximadamente media hectárea y se halla a una altura de 2,125 msnm, se dominan las distintas secciones del Cuauhtinchan (lugar donde se preparaban los guerreros aztecas), entre ellas el Cuauhcalli, uno de los escasos ejemplos en el mundo de arquitectura monolítica y el único que cumplió con una función bélica, pues en su interior se realizaban ritos para el ascenso de grado de los combatientes.

Desde hace tres años y con el empleo de recursos del Programa de Empleo Temporal, desarrollado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y la Secretaría de Desarrollo Social, se acondicionó un sendero de 335 metros que abarca parte de una plataforma prehispánica, misma que conduce a la nueva sección conocida como la Gran Torre Vigía.

Dicha área —explica el arqueólogo José Hernández Rivero, responsable de la Zona Arqueológica de Malinalco— recibe el nombre por una edificación de planta mixta, ya que presenta una forma rectangular, más otra semicircular que fue anexada en algún momento. El antiguo edificio mide entre 12 y 15 metros de alto, mientras que sus costados oscilan en los 30 y los 40 metros.

Hernández Rivero destacó que la estructura sigue el patrón de la arquitectura mexica y todavía conserva pisos de estuco de color rojo. Asimismo, el hecho de que su escalera sea lateral y mida alrededor de 70 centímetros, señala que el acceso al templo superior era restringido, tal vez sólo para dos o tres personas de alto rango, vigías, que a la vez celebraban algunos rituales.

El término de Gran Torre Vigía fue acuñado en los años 30 por el arqueólogo José García Payón, al observar la posición estratégica de esta edificación, la cual sirvió para supervisar el paso de personas y mercancías producto del tributo, hacia los actuales estados de Morelos y Guerrero. Inclusive, en sus pisos aún se observan huellas de astas de banderas.

La orografía que rodea al poblado de Malinalco, hizo de éste, y del Cerro de los Ídolos en particular, un área de control que permitía al imperio mexica —cuyos poderes radicaban en la Cuenca de México— dominar el Valle de Toluca, así como los accesos a los territorios de Morelos y la zona norte de Guerrero.

“Tanto el área del Cuauhtinchan como la Gran Torre Vigía, que estamos por abrir, formaron parte de una importante guarnición militar azteca que funcionó en el periodo Posclásico Tardío, hacia 1476-1521 después de Cristo, cuando su dominio abarcaba regiones de lo que hoy son los estados de Veracruz, Oaxaca, Puebla y Guerrero, entre otras.

“Este dominio sólo se vio interrumpido con la llegada de los españoles, de manera que la caída de Malinalco coincide con la de México-Tenochtitlan. Hernán Cortés menciona en crónicas que los tlahuicas de Morelos le alertaron de la sublevación de los malinalcas, por ello mandó a uno de sus generales, Andrés de Tapia, y a los tlaxcaltecas, a someter esta región”, comentó José Hernández, investigador del Centro INAH-Estado de México.

En la media hectárea que abarca la Gran Torre Vigía se distribuyen otras cinco edificaciones que han sido consolidadas para seguridad del visitante; en promedio miden de 12 a 15 metros por lado, y 3 metros de altura. Sin embargo, se desconoce la función que cumplieron estas construcciones con forma de montículos.

También destacan los restos de una vivienda que, de acuerdo con el arqueólogo José Hernández, debió ser ocupada hacia 1450 y 1470 d.C., cuando el avance de los mexicas obligó a distintos pueblos, en este caso a los matlatzincas, a dejar sus casas ubicadas en el valle, y buscar refugio en las partes altas. En este aposento del Cerro de los ídolos, en 1987 se encontraron seis entierros con modestas ofrendas.

“El uso del Cerro de los Ídolos como sitio estratégico se remonta al gobierno del tlatoani Axayácatl (1469-1481), pero la creación de construcciones comenzó en el periodo de Ahuízotl (1486-1502), y continuó en el de Moctezuma II (1502 – 1520), quien mandaba el imperio a la llegada de los españoles; inclusive una estructura del Cuauhtinchan de Malinalco quedó inconclusa debido al arribo de los conquistadores ibéricos”, anotó.

En una primera etapa —y con el mismo costo del boleto de entrada al sitio— sólo se realizarán recorridos los fines de semana por la nueva área de la Zona Arqueológica de Malinalco. Con el acceso a esta nueva área, se espera reducir la concentración de visitantes —que al mes va de los 12 a los 15 mil, y al año puede llegar a los 150 mil, aproximadamente— en los 12 edificios que conforman el área del Cuauhtinchan, sobre todo en el Cuauhcalli o Templo Monolítico.

En ese sentido, Hernández Rivero destacó los trabajos que desde 2009 ha realizado el INAH para la conservación del Cuauhcalli, entre ellos la colocación de una escalinata de protección para seguridad del visitante, que visualmente se incorpora al entorno, además de la ventaja de su bajo mantenimiento.

Una de las tareas para este 2012 será la colocación de un andador de madera frente a la fachada del Templo Monolítico, el cual canalizará el agua pluvial y reducirá la carga en las escalinatas originales labradas en la roca, para ello el presupuesto del Programa de Empleo Temporal destinado este año para el sitio es de cerca de 487 mil pesos.

Diseñan museo de sitio

Con el apoyo de expertos de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía se diseña lo que será a mediano plazo el Museo de Sitio de Malinalco, a ubicarse en el área de servicios. Actualmente se afina el discurso museográfico, la disposición de los espacios y la lista de los cerca de 50 objetos que formarán su colección.

Entre las piezas que se prevé exhibir está uno de los más famosos ejemplares de tlalpanhuéhuetl (tambor vertical), que data de 1200-1521, pero que hasta inicios del siglo XX fue reutilizado por gente del barrio de Santa Mónica, Malinalco. El instrumento de madera de 97 cms de altura y 52 cms de diámetro —a resguardo en el Museo de Antropología e Historia de Toluca—, tiene labrados representaciones de guerreros águila y jaguar, y deidades como Xochipilli-Macuilxóchitl.

También destacará una escultura de Ehécatl, dios mexica del viento, que actualmente se exhibe en el Museo Universitario “Dr. Luis Mario Schneider”, de Malinalco; así como una serie de urnas funerarias recuperadas en el sitio por el arqueólogo César Sáenz, en 1963.

Malinalco

Hallan 33 entierros prehispánicos en Teotihuacan

Redacción :: 25 enero 2012 :: El Universal


En la periferia de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) registraron el hallazgo de 33 entierros humanos con sus ofrendas de más de 1,450 años de antigüedad, la mitad de los cuales se ha inferido corresponde a población que era de clase media.

El descubrimiento se dio a 2 km de la Ciudadela del sitio prehispánico, durante los trabajos de exploración de cinco estructuras de las que se tenía conocimiento desde 1973, en el Plano Arqueológico y Topográfico de la Antigua Ciudad de Teotihuacan, hecho por el arqueólogo norteamericano René Millón. La detección de la treintena de entierros como de los restos arquitectónicos, permite profundizar en las características de la organización social y urbana que tuvo la antigua metrópoli, así como de sus costumbres funerarias.

"A partir de las excavaciones e investigaciones hechas, se determinó que las cinco estructuras fueron de uso doméstico, y que una de ellas, denominada Edificio 8 fungió como área residencial de la clase media según las características arquitectónicas que presenta, como la disposición de cuartos alrededor de un espacio abierto y patios destinados al culto doméstico, además de espejos de agua y sistemas de drenaje", explicó el arqueólogo Gonzalo Morales Hernández, responsable de los trabajos en el sitio.

Las unidades arquitectónicas, que fueron denominadas como estructuras 10, 8, 2, 21 y 6Sa, se localizan en los ejidos de San Francisco Mazapa, Santa María Coatlán, San Sebastián Xolalpan y San Lorenzo Tlamimilolpa, pertenecientes al municipio de Teotihuacan de Arista, Estado de México. Los detalles de esta investigación fueron expuestos por el especialista en la V Mesa Redonda de Teotihuacan, efectuada en noviembre pasado.

De la treintena de entierros hallados -cuyas ofrendas en conjunto suman más de dos mil objetos líticos y 31 mil fragmentos de cerámica- destaca el del Edificio 8, donde se descubrieron 15 con restos óseos de mujeres, niños y neonatos que aún son analizados, así como objetos de tipo ceremonial, entre ellos un vaso esgrafiado lustroso del Golfo de México que datan de 225 a 550 d.C.

Este punto, dijo Morales Hernández, se considera era un área residencial teotihuacana ocupada por gente de clase media, dado que las características arquitectónicas de los que fueron las viviendas son parecidas a las que se han hallado en otros contextos de la antigua urbe, relativas a dicho estrato social: cuartos alrededor de un espacio abierto y patios para el culto doméstico.

"En lo que llamamos el Edificio o Estructura 8 se hallaron los vestigios de cinco cuartos, tres patios, un pórtico, dos sistemas de canales y un muro perimetral, así como restos de pintura roja en pisos estucados, además de espejos de agua (pequeños patios hundidos que se llenaban de agua) y sistemas de drenaje".

El arqueólogo Gonzalo Morales Hernández abundó que otro de los entierros que destaca es el hallado en la llamada Estructura 10, donde había cuatro depósitos funerarios con sus respectivas ofrendas, integradas por figurillas y vasijas cerámicas, un asta de venado y un fragmento de hueso de animal trabajado como aguja.

"Uno de los entierros era múltiple, es decir, estaba integrado por restos óseos de cinco individuos: una mujer que al morir tenía entre 25 y 30 años de edad, y cuatro niños de entre 4 y 10 años de edad, cuyas osamentas presentan deformación craneal y desgaste dentario; en los tres depósitos funerarios restantes se descubrieron los restos de dos mujeres que al fallecer tenían entre 30 y 35 años de edad, y una osamenta incompleta de un neonato, quizá de un año".

La estructura donde se encontraron estos entierros, sobresale porque tiene un altar tipo talud-tablero al centro de una plaza dispuesta al oeste, tres cuartos, dos patios y una serie de pasillos hechos en piedras de basalto y tezontle unidas con lodo y recubiertas con aplanado de gravilla o en algunos casos con acabado de estuco. Según el material asociado, comentó el arqueólogo del INAH, se ha determinaron que la unidad habitacional corresponde a los periodos Tlamimilolpa Tardío y Xolalpan Tardío (250-550 d.C.).

Por otra parte, la exploración hecha en la unidad arquitectónica 21 arrojó el hallazgo de un entierro que contenía los restos óseos de un infante de menos de un año de edad; a sus pies estaban fragmentos "matados" -es decir, que fue roto de manera intencional- de un incensario de la fase Xolalpan (350-550 d.C.) a manera de ofrenda.

"La intervención arqueológica en dicha estructura permitió detectar un muro conformado por bloques de adobe y tepetate recubiertos con aplanado (que establece el límite oeste), y se localizaron los costados norte y este de una plaza".

En tanto, que en las estructuras 2 y 6Sa se localizaron los desplantes y algunos muros de adobe y tepetate que formaban cuartos habitacionales, así como 13 entierros y diversas ofrendas que aún son analizadas. Los restos arquitectónicos corresponden a las fases Tlamimilolpa Tardío a Xolalpa Tardío (250-550 d.C.).

En lo que respecta a los vestigios de objetos líticos y cerámicos que conformaban las ofrendas de los entierros, el arqueólogo Gonzalo Morales señaló que de acuerdo con los estudios realizados, 90.5% de los 31 mil 307 tiestos cerámicos corresponde a las fases Tlamimilolpan y Xolalpan.

Mientras que de los más de dos mil objetos líticos descubiertos, principalmente navajillas prismáticas, 63% corresponde a obsidiana verde-dorada procedente de un área de Pachuca, y 36% a fragmentos de obsidiana gris originaria de Otumba.

La investigación formó parte del proyecto de salvamento arqueológico durante la construcción de un poliducto; los estudios abarcaron recorrido de superficie, pozos estratigráficos, calas de aproximación, excavación extensiva y análisis antropológicos y de materiales arqueológicos.

Finalmente, Gonzalo Morales comentó que los materiales arqueológicos recuperados están bajo resguardo en los laboratorios de salvamento arqueológico de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, donde algunos aún son analizados; mientras que los vestigios de las edificaciones halladas, fueron consolidados, restaurados y enterrados nuevamente a fin de asegurar su conservación.

Ciudadela

Indígenas resguardan piezas arqueológicas

Mirena Mollinedo :: Cuarto Poder :: 03 enero 2012 ::

Frontera Corozal es una comunidad de más de 30 mil indígenas choles de la Selva y es el único sitio en el país que resguarda celosamente el patrimonio arqueológico en el Museo Comunitario la Cuenca del Usumacinta.

Con el objetivo de fortalecer su identidad y revalorar su cultura, nace la idea de crear el museo en 1976, que se dio a partir del hallazgo de dos estelas mayas ubicado en el sitio denominado Dos Caobas, provocando una gran expectativa cultural de desarrollo entre la población. Estas estelas fueron trasladadas a la casa comunal y ocupan un sitio en el museo ya restauradas.

El museo tiene cinco salas, en las que se expone la historia de la comunidad y sus lenguas: lacandón, chol, tzeltal; antecedentes prehispánicos, hallazgos, impacto social; reservas naturales, tradiciones y costumbres.

La Estela 1 o del Rey, corresponde al reinado de Itzam- Balam ("Escudo Jaguar") "El Grande", quien gobernó Yaxchilán del 681 al 742 D.C., la estela se encuentra labrada en ambos lados. "Aquí tenemos al gran rey maya, por lo tanto la comunidad no permite que salgan, porque no sabemos si nos regresan las piezas originales", dijo un representante.

Frontera Corozal


En 11 años, la zona arqueológica de Xcaret recibió sólo 172 visitantes

Ana Mónica Rodríguez y Mónica Mateos-Vega :: La Jornada :: 5 enero 2012

A siete años de que concluya el convenio de colaboración entre la empresa privada Promotora Xcaret y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la zona arqueológica que se encuentra en los terrenos del parque de diversiones ha recibido a sólo 172 visitantes en 11 años. La cifra contrasta con los casi 2 de millones de turistas que en 2011 acudieron a las áreas recreativas que posee Promotora Xcaret en la Rivera Maya.

De acuerdo con datos proporcionadas por el Instituto Federal de Acceso a la Información y Proteción de Datos (Ifai) a La Jornada, las zonas arqueológicas de Yucatán y Quintana Roo son las más visitadas en el sureste del país, incluso en esta última entidad, el año pasado hubo un incremento de 15 por ciento en el flujo de personas.

En Quintana Roo se encuentran 12 sitios abiertos al público, de los cuales Tulum es el preferido por los visitantes. En 2010 llegaron 992 mil 964 personas. Le sigue Cobá, que registró ese mismo año 384 mil 836. Ambos lugares se encuentran a pocos kilómetros de Xcaret.

El 30 de mayo de 1994 el INAH, entonces bajo la dirección de Teresa Franco, firmó un convenio con la empresa privada Promotora Xcaret, con el fin de conservar y proteger los monumentos arqueológicos, localizados en un terreno donde se construiría el megaparque de diversiones. Los empresarios se comprometieron entonces a colaborar en la difusión de la zona (cláusula primera), lo cual no ocurre.

No hay información

Dentro del parque no se proporciona información exacta del lugar donde se ubican los vestigios prehispánicos, por lo que millones de turistas se pierden de esa visita. Dentro del complejo privado existen un par de pequeñas pirámides, las cuales se encuentran en el camino que los turistas deben recorrer hacia la playa, pero en los alrededores no existen cédulas informativas. El INAH no recibe recursos por las visitas a esas estructuras ni contabiliza el número de asistentes.

En este sentido, la décima segunda cláusula del mencionado convenio especifica que Promotora Xcaret se compromete a no obstaculizar la entrada de todas aquellas personas cuyo fin sea el de visitar únicamente los monumentos arqueológicos, ubicados en el desarrollo turístico bajo su administración y que, en consecuencia, tendrán libre acceso a los mismos.

En 11 años –según cifras del Ifai–, sólo 172 personas han llegado a esos vestigios y pagaron el costo de entrada (42 pesos) al INAH, que el año pasado realizó trabajos de conservación en esa zona. Si se le dieran al INAH los 42 pesos por cada una de las personas que ingresa a los parques de Promotora Xcaret, recibiría al año casi 80 millones de pesos.

El grupo Xcaret también administra el parque de diversiones Xel-Ha, cercano a la zona arqueológica del mismo nombre, la cual si bien no recibe multitudes sí mantiene un flujo de visitantes anuales superior a las 2 mil personas.

El costo de entrada conjunta a los parques privados Xcaret y Xel-Ha es de más de 2 mil pesos por persona. Un tour de lujo a Tulum y Xel-Ha se vende en hasta mil 700 pesos, operado por la misma empresa que administra los parques. El INAH cobra 57 pesos por la entrada a Tulum y Cobá, y 42 pesos a Xel-Ha.

Será en 2019 cuando concluya el convenio entre el INAH y los dueños del parque de diversiones más exitoso de la Riviera Maya. El documento especifica que ambas partes se reunirán para analizar los resultados de la colaboración, y si estos son satisfactorios podría haber una prórroga del convenio, el cual incluye un pago anual que los empresarios deben hacer al instituto (en 2007 era de alrededor de 2 millones de pesos).

Tulum, Cobá y San Gervasio

A Tulum y Cobá se suma San Gervasio, en Cozumel, entre los lugares más visitados por el turismo nacional e internacional en Quintana Roo, una de las cinco regiones mayas del país.

Dicha entidad cuenta también con mil 200 lugares con vestigios prehispánicos. En 2012 se tiene programada la inauguración de la zona de San Miguelito y del Museo Arqueológico de Quintana Roo, ambas en Cancún.

La riqueza histórica y cultural de esta entidad, así como la importancia de sus vestigios serán en este año un gran escaparate, que será difundido a escala internacional en el contexto del fin del ciclo calendárico maya, fechado para el próximo 21 de diciembre.

Adriana Velázquez Morlet, directora del Centro INAH de la entidad, explica que en los recientes años hemos tenido disponibilidad de recursos, los cuales han sido los más altos de nuestra historia; hablamos de casi150 por ciento más de lo que teníamos hace 10 años, de manera especial, destinado al rubro de mantenimiento y mejoramiento de los espacios abiertos al público y la infraestructura para la visita.

Para ello, el Programa de Empleo Temporal (con fondos de la Secretaría de Desarrollo Social y el INAH), de casi 8 millones de pesos anuales, no sólo ha permitido mantener los sitios prehispánicos quintanarroenses en buenas condiciones, sino que nos ha convertido en la principal fuente de empleo de más de 20 pequeñas comunidades del estado.

Por esta razón, subrayó, sitios como Tulum y Kohunlich son algunos de los mejor presentados y conservados en el país.

En Quintana Roo, explica Velázquez Morlet, se puede documentar toda la historia del área maya, porque es un estado en donde se hallan desde evidencias arqueológicas del pleistoceno hasta las últimas ocupaciones con la presencia española, las cuales no existen en Yucatán ni en Campeche, debido a la destrucción que hubo para edificar las ciudades coloniales.

Con respecto a la baja afluencia turística que padecen las zonas arqueológicas del norte del país (La Jornada 15/11/2011), la arqueóloga considera que se debe a varios factores, por tratarse de dinámicas distintas.

Nuevos referentes

“El sur-sureste de México –ejemplifica– históricamente ha tenido una vocación turística en la que el componente arqueológico siempre ha tenido un peso enorme. No debe perderse de vista que sitios como Chichén Itzá están abiertos desde los primeros años del siglo XX (Felipe Carrillo Puerto inauguró la carretera que permitía visitar la zona en 1922), en tanto que algunos sitios del norte de México, a pesar de que comenzaron a ser explorados décadas atrás, hasta hace pocos años han comenzado a formar parte de la oferta cultural de sus estados.

En otras zonas del país más identificadas por sus playas, como Huatulco, en Oaxaca, la apertura del sitio de Bocana del Río Copalita podría convertirse en un referente para el turismo de la región en un futuro cercano, al igual que Soledad de Maciel, muy cerca de Zihuatanejo, en Guerrero.

Finalmente, la titular del Centro INAH-QR puntualizó: Creo que en la medida en que los sitios del norte de México sean más conocidos por el público recibirán un mayor número de visitantes, en definitiva, se deben fortalecer las estrategias de difusión y de valor de esos sitios.

Xcaret