viernes, 25 de mayo de 2012

Aún por descifrar, los secretos de la cultura maya: Mercedes de la Garza

Organización Editorial Mexicana : : 14 de mayo de 2012 : : 

Ciudad de México.- La maya es una de las más grandes y brillantes culturas de la humanidad, por todas sus creaciones: arquitectura, con ciudades extraordinarias; escultura, de las más refinadas y bellas de toda Mesoamérica; pintura y conocimientos astronómicos y matemáticos. Es una de nuestras culturas originarias, es decir, se desarrolló sin influencia de otras civilizaciones fuera del continente americano, estableció Mercedes de la Garza Camino, del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la UNAM.

Aún existe mucho que no sabemos. A pesar de sus grandes avances, la escritura no se ha descifrado en su totalidad, por lo tanto, todavía se requiere de la interpretación. El significado de algunos signos sigue sin comprenderse, pues es un sistema muy complejo, entre alfabético, ideográfico y fonético. Actualmente existen 28 lenguas mayas, con sonidos difíciles de pronunciar, dijo la universitaria, que será investida como investigadora emérita por esta casa de estudios.

El conocimiento de nuestras culturas originarias es esencial para entender nuestra realidad como país, que es multicultural y multiétnico. Hay que conocer su historia, estudiarla a fondo, a través de las vías científicas, y no dejarse llevar por invenciones que pretenden colocar a los mayas como extraterrestres o profetas del fin del mundo.

La integrante del Centro de Estudios Mayas del IIFL, compartió que sus indagaciones más recientes están plasmadas en el libro Sueño y éxtasis. Visión chamánica de los nahuas y los mayas, publicado en conjunto por la UNAM y el Fondo de Cultura Económica. Tiene como antecedente el texto Sueño y alucinación en el mundo náhuatl y maya, traducido al francés. Además, los libros en prensa El legado escrito de los mayas, acerca de la literatura maya colonial, y Palenque-Lakamha´, escrito en colaboración con Guillermo Bernal, epigrafista de Filológicas, y Martha Cuevas, arqueóloga del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Por otra parte, actualmente realiza un proyecto sobre patrimonio cultural intangible, en el que trabaja con un equipo para indagar acerca de ritos, tradiciones orales, festividades y costumbres de los grupos indígenas actuales, con orígenes en la época prehispánica. La galardonada con el Premio Universidad Nacional en Humanidades, en 1995, también prepara una publicación colectiva, que recogerá los resultados del proyecto conjunto Continuidad, cambios y rupturas en las tradiciones míticas mayas.

ENCUENTRO EN PALENQUE

En 1968, después de cursar la licenciatura en Letras Españolas, y durante sus estudios profesionales en Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras de esta casa de estudios, De la Garza Camino descubrió en Palenque su vocación: dedicar su vida a estudiar la cultura maya. "Impresionada desde el recibimiento de los saraguatos, subí al Templo de las Inscripciones, la pirámide más alta de la zona arqueológica. Sentada en la puerta del templo, en lo alto de la pirámide, decidí, para el resto de mis días, investigar quiénes fueron los creadores de esas maravillas", recordó.

A su regreso, tomó el curso de Civilización Maya, impartido por Alberto Ruz Lhuillier, descubridor de la tumba de Pakal. Fue becaria en el Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), donde conoció a Miguel León-Portilla, durante la realización de su tesis de licenciatura denominada La conciencia histórica de los antiguos mayas. El investigador emérito de la UNAM asesoraría a la universitaria en sus tesis de maestría y doctorado.

La investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), comenzó su carrera como académica de esta casa de estudios en 1973, al impartir clases en la Facultad de Filosofía y Letras e integrarse al Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIF). Cuatro años después, fue nombrada directora de dicho Centro, cargo que desempeñó hasta 1990.

"Empecé como profesora adjunta del curso de Civilización Maya. Al mismo tiempo, impartía clases en el Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE). Unos años después, asumí la dirección del Centro". A la par de esta responsabilidad, fue asesora del posgrado Especialización en literaturas náhuatl y maya, de la FFyL, implementado por ella de 1981 a 1993. Además, también es creadora del programa de posgrado maestría y doctorado en Estudios Mesoamericanos, que coordinó desde su apertura en 1993, hasta 2001.

"Es un privilegio comunicar a los alumnos las maravillas de nuestras grandes civilizaciones y lograr que se interesen y fascinen con estas enseñanzas. Formar a jóvenes en las disciplinas de investigación histórica es inigualable", comentó. En 1997, asumió la dirección del Museo Nacional de Antropología, cargo que desempeñó por tres años y medio. "Estuve a cargo de la reestructuración y actualización académica y museográfica de las salas que lo integran, en la que participó Pedro Ramírez Vázquez, su creador".

Fue curadora de las exposiciones Vida y muerte, arte funerario del Occidente de México, en España, en 1998; I Maya, en Venecia, expuesta entre 1998 y 1999, y Los Mayas, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en 1999. "Nunca olvidaré el asombro de los italianos al presenciar la travesía por el Gran Canal de Venecia de una góndola con el Chac-mool de Chichén Itzá a bordo". Recientemente, se hizo cargo de la curaduría de la exposición Stavenhagen, una pasión por el humanismo prehispánico, que se montó en el Centro Cultural Tlatelolco de la UNAM.

El 3 de diciembre de 2001, fue designada directora del Instituto de Investigaciones Filológicas, cargo que desempeñó hasta noviembre de 2009. "Por 32 años desempeñé cargos académico-administrativos en mi alma máter".  


De la Garza

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