lunes, 26 de diciembre de 2011

Cantona, mejor ciudad urbanizada de Mesoamérica

Imagen Poblana :: 20 Diciembre 2011 ::

Hace mil años, la ciudad más urbanizada del México prehispánico dejó de existir. Por cuatro siglos se convirtió en el mejor ejemplo de comunicaciones y calzadas, pero sobre todo de los juegos de pelota más importantes de Mesoamérica.


De acuerdo a la revista especializada en turismo y arqueología “México Desconocido”, Cantona fue la ciudad mejor urbanizada de Mesoamérica, con calzadas de hasta un kilómetro de longitud que permitían un fuerte control de sus habitantes.

Ayer, el gobernador Rafael Moreno Valle anunció que Cantona contará con un museo propio que estará listo en febrero de 2012. El mandatario también adelantó el rescate de una zona arqueológica que detonaría el desarrollo económico de Tlacotepec de Benito Juárez. Lo anterior tras inaugurar en San Pedro Museo de Arte la exposición "Veracruz, Antiguas Culturas del Golfo de México".

Estos proyectos formaran parte del paquete de obras planeado para el rescate de inmuebles en el Centro Histórico por 100 millones de pesos, procedentes de la certificación de desarrollo urbano sustentable.

¿Qué es Cantona?

Cantona es el hogar de los juegos de pelota. De éstos, 24 se han hallado hasta ahora y de tal cifra 10 están en la acrópolis. Esto muestra la importancia que se le daba a las ceremonias religiosas en la citada ciudad, refiere la revista.

Cantona es más que los juegos de pelota tan afamados. De acuerdo a “México Desconocido”, había calles amuralladas que bien podían cerrarse fácilmente en caso de una invasión. De hecho, los conflictos sociales de su época transformaron a Cantona en una fortaleza acorazada.

“Después de años de restauración, un área de Cantona ha sido habilitada para su visita, mientras los arqueólogos, dirigidos por Ángel García Cook, analizan los materiales escultóricos y cerámicos que hasta ahora se han podido rescatar.

“Esta ciudad, cuyo desarrollo se dio del 600 al 1000 d.C., tiene un área de 12 km2, y aunque la zona trabajada representa menos de 1%, es una buena muestra de la gran extensión que abarcó”, informa “México Desconocido”. De acuerdo a los arqueólogos consultados por Alejandro Zenteno, Cantona fue rival de Teotihuacán. Le obstaculizaba el paso de mercancías contribuyendo a su declinación.

Sin embargo, la ciudad maravillosamente acuartelada fue abandonada en 1050 debido a cambios climáticos que secaron la región y a la llegada de grupos chichimecas.

Cantona

El huitlacoche: impopular en Mesoamérica

YucatanAll :: 24 diciembre 2011 ::

El huitlacoche no es un alimento milenario mesoamericano como se piensa, reveló Raúl Valadez Azúa, especialista del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM.

"Pese a ser netamente mexicano, el Ustilago Maydis no es un alimento de fuerte arraigo en el país. Es un recurso natural que apenas empieza a ser conocido y aprovechado. No tiene más de 100 años que, como alimento de temporada, se encuentra en los mercados”, indicó.

La referencia más antigua al hongo aparece en el Códice Florentino o Historia general de las cosas de Nueva España, de Bernardino de Sahagún, en el que el cujtlacochi (en náhuatl) se concibe como "algo raro".

De hecho, en tiempos prehispánicos era visto como una anormalidad del maíz, como un producto indeseable y molesto, porque significaba la pérdida de la mazorca.

Desde la Colonia, hasta el siglo XIX, el cuitlacoche o huitlacoche fue alimento de subsistencia para indígenas y campesinos y "comienza a tener autonomía cultural" en el siglo XX, momento en que se convierte en alimento de la elite mexicana, indicó Valadez Azúa, coautor, junto con Ángel Moreno Fuentes (micólogo, Universidad de Hidalgo) y Graciela Gómez Álvarez (bióloga de la UNAM), del libro “Cujtlacochi. El cuitlacoche”, editado por la Universidad Nacional.

El hecho coincide con la introducción de la llamada trufa mexicana en ciertos guisos de la cocina francesa y con el nacionalismo de mediados de siglo, cuando se adopta como "una especie de símbolo nacional", señalaron los autores.

El Ustilago Maydis tiene 123 kilocalorías por porción comestible de 100 gramos. Contiene una cantidad significativa de fósforo, así como vitamina C y varios minerales.

Ustilago Maydis


Hallan ofrenda originaria de Pirámide del Sol

Boletín :: INAH :: 13 Diciembre 2011 ::

Arqueólogos que participan en el Proyecto Pirámide del Sol, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), descubrieron una serie de depósitos en el interior de esta construcción prehispánica, uno de los cuales podría tratarse de la ofrenda colocada en los primeros 50 años de nuestra era, para consagrar el comienzo de la construcción de este monumento, el más grande de la antigua ciudad de Teotihuacan.

El equipo de investigadores, conformado por los arqueólogos Alejandro Sarabia, Saburo Sugiyama, Enrique Pérez Cortés y Nawa Sugiyama, dio a conocer este hallazgo registrado durante las exploraciones realizadas al interior de dicho edificio piramidal —de 65 metros de altura—, desde 2008 y que concluyeron este 2011.

Valiéndose de un túnel de 116 m de longitud que se extiende en el eje este-oeste de la pirámide —que fue excavado en los años 30 por el arqueólogo Eduardo Noguera—, el grupo del Proyecto Pirámide del Sol, dirigido por Alejandro Sarabia, excavó un total de 59 pozos estratigráficos y tres túneles cortos, con la intención de llegar en todos los casos, al nivel de la roca madre a fin de verificar la presencia de entierros, ofrendas, etcétera.

“Por nuestra experiencia sabíamos que si los teotihuacanos hubiesen colocado algo al interior del monumento, muy posiblemente estaría a nivel del tepetate. Para ello excavamos un pozo de sondeo en la parte final de túnel y un conducto corto para llegar al centro de la pirámide, ya que el hecho por Noguera se había quedado aproximadamente seis metros al oeste del centro del monumento”, comentó Enrique Pérez Cortés.

Efectivamente, dijo, fue a lo largo de la exploración que se descubrieron —a diferentes distancias respecto de la entrada del túnel— tres estructuras arquitectónicas que son anteriores a la construcción de la Pirámide del Sol, y siete entierros humanos, algunos de ellos de infantes, que hasta el momento se pueden fechar al periodo previo a la erección del monumento, o bien, al de su edificación; así como dos ofrendas, una de ellas de una riqueza extraordinaria,

Esta última ofrenda fue descubierta en el metro 85 del túnel, al interior del relleno constructivo, “por lo tanto sabemos que fue depositada como parte de una ceremonia de consagración a la construcción de la Pirámide del Sol, probablemente al inicio de su edificación, hace más de 1,900 años”, anotó Pérez Cortés, investigador del Centro INAH-Zacatecas, al destacar que entre los objetos encontrados destaca una máscara de piedra verde, que podría ser el retrato de un personaje.

El rico depósito descubierto estaba compuesto por varios niveles de objetos, colocados desde el nivel de tepetate; debido a que el área de los materiales arqueológicos se extendía hacia el sur de los límites del pozo estratigráfico, se decidió hacer una ampliación de la exploración.

Los objetos que componían la oblación “fueron elaborados en muy diversos materiales y técnicas de elaboración; destaca una cantidad considerable de piezas de obsidiana, como puntas de proyectil, navajillas, bifaciales, así como un excéntrico antropomorfo (artefacto lítico). Además de tres figuras con representaciones humanas, que fueron ornamentadas con ojos de concha y pirita, y que estaban acompañadas por algunas puntas de proyectil”.

De las tres piezas de piedra verde, destacó el arqueólogo Pérez Cortés, sobresale una extraordinaria máscara antropomorfa que fue tallada en una sola pieza, cuyos ojos fueron hechos con concha y pirita. La máscara de serpentina —según análisis del Dr. José Luis Ruvalcaba, del Instituto de Física de la UNAM—, es la única careta de piedra descubierta hasta la fecha en contexto ritual en Teotihuacan.

Con 11 cm de altura por 11.5 de ancho, 7.8 cm de profundidad y un peso de 1.16 kg, dicha máscara difiere de las conocidas como “teotihuacanas”, por ser de una dimensión menor y con volumen, por lo que preliminarmente se cree que se trata de un retrato. Asimismo, junto a este objeto se halló un caracol marino.

La ofrenda también estaba integrada por 11 vasijas tipo Tláloc, la mayoría fragmentadas y colocadas al centro del depósito. Otros objetos depositados fueron tres discos de pirita, uno de ellos —de 45 cm de diámetro y puesto sobre una laja de pizarra recubierta con pirita—, es el más grande recuperado hasta el momento en Teotihuacan.

Asimismo, el depósito se conformaba de una importante cantidad de esqueletos de animales. Al noreste se recuperó el cráneo de un felino, al suroeste el de un cánido; y al sureste, y cubierto por rocas volcánicas, los restos de un águila que fue alimentada antes de ser sacrificada, pues en su cavidad torácica se hallaron los restos de dos conejos. Este tipo de restos de fauna coincide con los de las ofrendas descubiertas en el Edificio 4 de la Pirámide de la Luna.

Los investigadores del equipo Pirámide del Sol, de la Zona Arqueológica de Teotihuacan (ZAT), hicieron hincapié en que esta ofrenda siempre estuvo anegada, ya que la humedad que absorbe el edificio se concentra en la base y en el área central del monumento.

En este sentido, el Dr. Saburo Sugiyama, profesor de la Universidad de Aichi (Japón), y Alejandro Sarabia, director de la ZAT, indicaron que durante mucho tiempo y anterior a este descubrimiento, la función de la Pirámide del Sol se había vinculado al inframundo, debido al túnel que hay debajo de ella, y que fue excavado por los propios teotihuacanos.

“Sin embargo, los objetos que encontramos estarían indicando que la Pirámide del Sol —que cubre un área aproximada de 5.6 ha con un altura actual de 65 m y una base de 225 m por lado— fue ofrendada hacia los primeros 50 años de nuestra era, posiblemente a una deidad de la lluvia, una versión muy antigua del dios Tláloc.

“Por el momento, sólo podemos ofrecer una interpretación general de los hallazgos, pero es evidente que algunas ofrendas tienen un patrón de distribución que ya habíamos observado en algunos de los entierros de la Pirámide de la Luna”, concluyeron los expertos.

Teotihuacan