sábado, 22 de enero de 2011

Descubren en Perú tumba de mil 100 años de antigüedad

TeleSur : : 2o enero 2011

Un equipo de arqueólogos peruanos descubrió recientemente en la región norteña de Lambayeque los restos de una tumba de al menos mil 100 años de antigüedad, perteneciente a un alto gobernante de la comunidad Sicán (siglos VIII y XIV, Después de Cristo).

Así lo dio a conocer el investigador Carlos Elera en una entrevista con una agencia internacional publicada este miércoles. El experto precisó que los hallazgos fueron realizados hace dos semanas por un equipo liderado por el arqueólogo José Pinilla.

Elera resaltó que en el sitio se encontraron “unas pequeñas placas metálicas, elaboradas en cobre dorado, una corona, una hermosa máscara de 30 centímetros de largo por 15 centímetros de ancho, una lanza, puntas de proyectil, un paquete con piezas de cobre muy bien elaborado y una litera construida en madera”.

Aseveró que “el singular ornamento aún se encuentra en proceso de excavación” y que “lo que más llamó la atención fue la gran cantidad de cinabrio (mineral)”. Según el arqueólogo, esto podría ser una prueba de que la mayor parte de los minerales empleados son oro y plata.

Por otro lado, agregó que el descubrimiento también incluye “decenas de crisoles, huesos de camélidos (antecesores de los camellos) pequeños y otras ofrendas que aún falta desenterrar como un tumi o cuchillo ceremonial, con el que posiblemente fue sepultado”.

Elera, director del proyecto arqueológico Sicán, señaló que "el hallazgo tiene gran importancia" porque la tumba se encuentra muy ligada al inicio de la construcción de la gran pirámide conocida como Las Ventanas.

Por otro lado, se trata de la segunda vez que se documenta el hallazgo de un individuo en litera desde 1992, cuando se encontró un fardo similar en la denominada Huaca del Oro, también de la cultura Sicán.

"Este personaje se encontraba enterrado en una esquina del templo donde se levanta el volumen piramidal del santuario, mirando al suroeste", explicó.

Para Elera, la importancia de este hallazgo radica en que permitirá profundizar conocimientos sobre las estructuras políticas y sociales de la cultura Sicán y, por otro lado, hará posible saber cómo funcionaban los templos en relación con los núcleos poblacionales adscritos a cada uno de los enormes monumentos.

El Señor de Sicán es el personaje de la cultura religiosa que más prestigio ha tenido en el norte del Perú durante 600 años.

En las últimas tres décadas, en el Santuario Histórico Bosque de Pomac, ubicada en Lambayeque, se han descubierto al menos 12 tumbas de personajes de élite de esta cultura.
Sicán

INAH restaura piezas mayas de Palenque

18 enero 2011 : : Notimex : : El Universal

Más de tres mil piezas prehispánicas, producto de exploraciones hechas en la primera mitad del siglo pasado en la Zona Arqueológica de Palenque, están en proceso de restauración, embalaje, catalogación y traslado a un nuevo almacén que posee las condiciones óptimas para su conservación.

La labor es realizada por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) , como parte del Plan de Manejo del sitio arqueológico, y comprende, en una primera etapa, la nueva organización de dicha cantidad de piezas, de la cual mil 500 ya han sido restauradas y recatalogadas.

Se trata de objetos, en su mayoría mayas que datan de 550 a 750 d.C., encontrados en las exploraciones del arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier en los años 50, así como en las excavaciones hechas por Franz Blom y Miguel Angel Fernández en las décadas de los 20 y 30, respectivamente.

Como parte de esta reorganización, la nueva catalogación de los antiguos objetos se realiza en una base de datos digital, que facilitará su consulta para la investigación, al incluir fotografía y dibujo de los materiales, ficha descriptiva y referencias documentales.

De acuerdo con la arqueóloga Martha Cuevas, quien dirige el Proyecto de Colecciones Arqueológicas en el sitio, Palenque 'tiene una larga historia de investigaciones, de ahí el interés de tener todos los datos obtenidos de ellas, recopilados en un texto, con los materiales fotografiados, dibujados y, en la medida de lo posible, mediante escaneo tridimensional.'

En este sentido, INAH prevé la publicación de una serie de reportes en los que se concentren todos los datos de las exploraciones, por edificio, realizadas en Palenque, desde la época colonial hasta la actualidad.

'Nuestro interés es tener una edición escrita y contar con la información digitalizada para que los expertos tengan acceso a ésta a través de Internet. Los distintos especialistas pueden estar interesados por algunas colecciones en particular, y acudir directamente al Museo de Sitio y a los almacenes, pero ahora ya con conocimiento previo de su localización'.

El proyecto es ambicioso, indicó Cuevas, toda vez que está generando una normatividad para las distintas iniciativas arqueológicas y de conservación que se efectúen en Palenque, en el sentido de establecer una nomenclatura para el control de las piezas que se excavan y su traslado inmediato al catálogo de colecciones.

Otro de los beneficios de esta revitalización de los acervos palencanos, es el apoyo a la reestructuración del Museo de Sitio, que permita la renovación de la museografía y la incorporación de nuevas piezas.

Este esquema de actualización incluye también el establecimiento de programas de conservación, tanto de objetos como de monumentos que se hallan en los edificios.

'Con este mismo proyecto tenemos programado realizar un registro con escáner tridimensional, de los tableros de estuco y de piedra que se preservan in situ, en las construcciones prehispánicas. El registro servirá para el monitoreo del estado de conservación, pero también brindará datos precisos sobre los monumentos, que son base para nuevas investigaciones', expuso Martha Cuevas.

Por su parte, el arqueólogo José Luis Cruz, colaborador de este programa integral para el manejo de las colecciones arqueológicas de Palenque, abundó que los alrededor de tres mil objetos, con que dio comienzo este proyecto, proceden principalmente del Templo de las Inscripciones y del Complejo del Palacio.

'La mayoría de los bienes proceden de esos dos lugares. Nosotros procuramos almacenar los bienes arqueológicos conforme el lugar de su procedencia, hay otros materiales que vienen del Grupo de las Cruces, y una buena parte de cartuchos glíficos, del Templo XVIII, localizado en la parte sur de la antigua ciudad maya'.

Las piezas arqueológicas estuvieron resguardadas durante años en la antigua bodega del Museo de Sitio de Palenque, el primer paso para su manejo es la ordenación por procedencia y tipo de decoración; la mayoría son ornamentos que alguna vez estuvieron adosados a los edificios: estucos modelados que representan dioses, rostros antropomorfos y diseños geométricos.

Luego se procede a su limpieza, consolidación y en algunos casos a su resane. Entonces se inicia el proceso de catalogación mediante el marcaje del objeto con un número individual, y posterior embalaje.

En lo que respecta al registro de los acervos en una base digital, José Luis Cruz estimó que en el caso de las piezas relevantes por su iconografía y en términos de la información arqueológica que proporcionan, éste incluirá en un futuro un modelo en 3D que facilitará la realización de análisis formales, sin necesidad de manipular los mismos.

'La idea es tener un mejor orden de los bienes arqueológicos para que sean localizables, y con ello generar mayor investigación: tesis de licenciatura, maestría y doctorado, proyectos de estudio integrales de una zona arqueológica en la que si bien la investigación ha sido prolífica, aún falta mucho por hacer', concluyó el especialista.
Palenque

Abre Biblioteca Digital Mexicana al público códices prehispánicos

Notimex :: 18 enero 2011

Con un acervo que abarca del año 500 a 1949, la Biblioteca Digital Mexicana es un proyecto surgido de la idea de varias instituciones gubernamentales, a fin de formar una base de riqueza documental del país.

En ella es posible consultar vía electrónica colecciones digitales de códices mexicanos, incluidos el Chavero de Huejotzingo, Colombino, Huamantla, Sigüenza y Matrícula de tributos, así como el Teochialoyan de Cuajimalpa y la serie del Marquesado del Valle.

En el portal www.bdmx.mx pueden ser consultadas también imágenes de cada uno de estos códices, como es el caso del de Huamantla, que data de 1592 y en el que se describe la emigración de un grupo de otomíes de Chiapan, en el actual Estado de México.

De acuerdo con una nota publicada en el más reciente número de la revista “Arqueología mexicana”, editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dentro de este acervo destaca también el Códice Colombino, elaborado en el siglo XII.

Dicho documento muestra las hazañas en el siglo XI del señor Mixteco “8 Ciervo”, y las del soberano “4 Viento”, junto con las ceremonias religiosas que los rodearon.

En tanto, el Códice Chavero de Huejotzingo da testimonio del sistema tributario y la economía de aquella época (1578) de la región que ocupa actualmente el estado de Puebla.

El Catecismo Testeriano (1524) contiene dibujos hechos por religiosos para llevar a cabo su labor evangelizadora, pues en los primeros años de la conquista aún no habían aprendido las lenguas indígenas.

A éste se suma el Códice Totomixtlahuaca, documento pictográfico proveniente del área cultural Tlapaneca-nahua-mixteca de Guerrero, y que se refiere principalmente a la población de Totomixtlahuacan.

Finalmente, la publicación señala que también se incorporó el libro en náhuatl “Huey tlamahuizoltica” (1649). Se trata de un documento clave para la historia guadalupana, así como el Códice Techialoyan de Cuajimalpa (1500-1699), que describe el establecimiento de las comunidades indígenas en diversos lugares del Valle de México.

Códice Totomixtlahuaca

Diente de dinosaurio de 68 millones de años fue localizado en Chiapas

Ángeles Mariscal :: 17 enero 2011 :: CNN México

Biólogos del Museo de Paleontología de Chiapas "Eliseo Palacios" dieron a conocer, la semana pasada, el hallazgo de un diente de dinosaurio de 68 millones de años de antigüedad, de la especie richardoestesia, que se creía exclusivo de Estados Unidos.

Los restos de este ejemplar fueron localizados en el municipio de Ocozocuautla, ubicado a unos 40 kilómetros al centro de la capital de Chiapas, lo que hace presuponer a los especialistas que hubo un corredor donde pasaron estos organismos hasta el sur de México.

El curador del Museo de Paleontología, Gerardo Carbot Chanona, detalló que el diente de dinosaurio fue localizado en 1999, en la zona donde entonces se construía la carretera que comunica a Chiapas con Veracruz, a la altura del municipio de Ocozocuautla, una región rica en fósiles.

Explicó que tardaron más de una década en clasificarlo y ubicar su especie y origen, hasta estar seguros que se trata de un richardoestesia de 68 millones de años de antigüedad, el primero del que se tiene registro en México.

El fósil es de un diente triangular de un centímetro de largo, aplanado lateralmente, con pequeñas sierras en sus bordes; perteneció a la parte maxilar de una mandíbula del dinosaurio carnívoro que se cree estaba cubierto de plumas, tenía una altura de aproximadamente 80 centímetros y una longitud de metro y medio, el cual probablemente se alimentaba de pequeñas especies, explicó el curador de la Colección Paleontológica del Museo.

Los dinosaurios richardoestesia, también conocidos como dinosaurios terópodos dromeosáuridos, vivieron a finales del período Cretácico superior.

Carbot Chanona dijo que el hallazgo ha generado una hipótesis geográfica en torno a que la zona que hoy se como Ocozocuautla podría haber tenido una conexión con el sur de los Estados Unidos, donde hasta este momento sólo se habían encontrado restos de la especie richardoestesia.

El resultado de dicho análisis será expuesto en el próximo Congreso Nacional de Paleontología a celebrarse en febrero en el estado de Puebla.

En la región de Ocozocuatla, Chiapas se han realizado otros descubrimientos paleontológicos importantes, como un cangrejo de 70 millones de años de antigüedad que fue bautizado como Megaxantho Zoque, por considerarse una especie única de esta región.

También el fósil completo de un pez de la especie Bericiforme, de más de 100 millones de años de antigüedad, que fue hallado en marzo de 2010, en la localidad del El Chango.

En el Museo de Paleontología de Chiapas “Eliseo Palacios”, que pertenece a la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural del gobierno estatal, se exhiben más de 200 fósiles, la mayoría de ellos fueron localizados en la zona de Ocozocuautla.

Dino

lunes, 17 de enero de 2011

Tlaloque I logró recorrer el pasaje bajo Teotihuacán

Ana Mónica Rodríguez : : La Jornada : : 10 enero 2011


El robot explorador Tlaloque I, primero en su tipo que se utiliza en excavaciones arqueológicas, realizó un recorrido de más de 35 metros en un túnel bajo Teotihuacán y captó alrededor de 45 minutos de imágenes dentro del milenario pasaje subterráneo.

Construido por Hugo Armando Guerra Calva, el prototipo móvil que ha generado expectación tras su ingreso al túnel ubicado bajo la Ciudadela, será desarmado para revisar su sistema operativo, luego de su labor en el pasaje de cerca de 120 metros de longitud, el cual fue cerrado por los teotihuacanos con fines rituales hace más de mil 800 años.

La historia del diseño de Tlaloque I se inició hace casi seis meses. Fue construido ex profeso para el proyecto Tlalocan, camino bajo la tierra en sólo 90 días, con fondos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de (INAH) que ascendieron a 20 mil pesos.

El video y las fotografías captadas por el carro-robot se hallan en resguardo del instituto, y “Tlaloque ha concluido con su trabajo, hasta nuevo aviso”, explicó Guerra Calva, de 25 años de edad, y pasante de la carrera de Robótica Industrial de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El propósito de Tlaloque I fue captar las primeras imágenes del interior del pasaje subterráneo, así como vislumbrar el terreno y las condiciones a las cuales se enfrentarán los expertos que trabajan en el proyecto Tlalocan camino debajo de la tierra, el cual dirige el arqueólogo Sergio Gómez Chávez.

El diseñador y constructor del robot describió lo que Tlaloque I transmitió durante su recorrido por el pasaje subterráneo: El robot pudo ingresar al túnel, porque la oquedad tiene entre 20 y 30 centímetros de altura; el robot se movió con irregularidad debido a las condiciones del terreno. Las imágenes subían y bajaban debido al desnivel del túnel. Después, el robot transmitió la señal de una piedra labrada. Retomó su camino y volvió a subir; finalmente, tras librar una serie de piedras, cayó sobre un gran fragmento.

Según Guerrera Calva, el tamaño del túnel aumenta de manera paulatina, hasta llegar a un punto en el que cabe una persona de pie.

El pequeño robot será desarmado para detectar si sufrió algún desperfecto durante el recorrido por el pasaje subterráneo en la Ciudad de los Dioses.

La colaboración con el INAH se concretó de manera fortuita. “En junio egresé de la carrera y ya tenía un proyecto de investigación para titularme, pero de repente decidí enfocar el prototipo a zonas arqueológicas de difícil acceso.

“Cierto día caminaba por el Centro Histórico y observé una leyenda del INAH; entré al inmueble y tras insistir me atendió Salvador Guilliem, coordinador Nacional de Arqueología.

Creo que llegué en el momento justo, porque en esos días estaba en boga lo del proyecto arqueológico en Teotihuacán.

Ese mismo día se concretó la oportunidad que le otorgó el INAH a Guerra Calva, tras las preguntas que le formuló Guilliem sobre la funcionalidad del robot. Después de escuchar la descripción del proyecto del joven, el funcionario describió las necesidades y las condiciones del terreno en las cuales debería trabajar algún prototipo móvil.

Enseguida, Guerra Calva fue enviado a Teotihuacán para dialogar con el líder del proyecto, Sergio Gómez, y así comenzó la colaboración del inventor con el INAH.

El robot fue presentado a las autoridades del instituto durante la conmemoración de los 100 años de la zona arqueológica, el pasado 23 de septiembre, recordó Guerra Calva, quien prefirió operar a Tlaloque I por control remoto, debido a que en el túnel podría perderse la señal o incluso el prototipo.

La polémica generada por el costo de construcción de Tlaloque I, así como por el material utilizado no inquieta a Guerra Calva, porque “una de las prioridades de cualquier proyecto es bajar los costos de producción y a la vez construir algo funcional.

En el caso de Teotihuacán, las expectativas se cumplieron en cuanto a la funcionalidad del robot en las condiciones del túnel.

Guerra Calva planteará otros proyectos al INAH para este año, y fue contratado por la ESIME, del IPN.

Tlaloque I


Teotihuacanos crearon al 'loberro'

Notimex_El Universal : : 16 de diciembre 2010

A partir de estudios de arquezoología aplicados a esqueletos de cánidos hallados en entierros de la Pirámide de la Luna y el Templo de Quetzalcóatl, en Teotihuacán, especialistas determinaron que esta antigua cultura practicó la hibridación del lobo y el perro.

El objetivo era criar loberros, un animal que se usaba en rituales y estaba asociado con la milicia teotihuacana.

"Lobos y perros comparten 99.8%de información genética, de ahí que la cruza de ambos animales practicada por los teotihuacanos pudo ser factible, y dio como resultado al loberro, un ejemplar que portaba la sangre divina del cánido silvestre, pero en un cuerpo manejable", precisó.

Así lo dio a conocer el arqueozoólogo Raúl Valadez Azúa, del equipo de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que analiza las osamentas de animales hallados en el Entierro 6 de la Pirámide de la Luna.

Ese Entierro fue descubierto en noviembre de 2004 por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y Aichi Prefectural University, de Japón, como parte del Proyecto Arqueológico Pirámide de la Luna.

Casi a punto de concluir los análisis de arqueozoología -llevados a cabo por el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM-, el especialista detalló que a partir de la identificación de especies de restos de fauna hallada en la Pirámide de la Luna, se ha determinado la presencia del loberro en las ofrendas.

En ello influyeron también los estudios hechos en años previos a otros huesos de animales descubiertos en entierros del Templo de Quetzalcóatl, agregó.

"Se ha identificado como un animal creado por el hombre, que nos muestra tanto el manejo avanzado del uso de la fauna, como el conocimiento que tenían los teotihuacanos de la biología de las especies", acotó.

El especialista indicó que en este estudio, que además del análisis de los restos óseos, también incluye el análisis iconográfico de las representaciones de animales en la pintura mural y cerámica teotihuacana.

Subrayó que se ha ampliado el conocimiento del uso de la fauna en la cultura teotihuacana, que de acuerdo con las investigaciones hechas suman alrededor de 120 las especies animales identificadas, que fueron usadas con distintos fines.

"No sólo se limitaba al aprovechamiento de la carne, la piel o el hueso, sino que tenían un amplio conocimiento sobre la biología de los animales, lo cual se veía reflejado en la manipulación de los organismos, en prácticas, como la cautividad o quizá incluso su domesticación", opinó.

Entierros de élite

Valadez Azúa abundó que entre 1988 y 1989, como parte del Proyecto Arqueológico Templo de Quetzalcóatl, se descubrieron una serie de entierros, entre los cuales destacó el número 4, que estaba constituido por 18 individuos atados de pies y manos, que portaban indumentaria propia de guerreros de élite.

"Uno de los personajes portaba como parte de su indumentaria nueve maxilares que fueron hechos por los teotihuacanos, a partir de fragmentos de paladares y piezas dentales de varios ejemplares, que en un principio se creyó eran perros", destacó.

"A partir de medidas dentales y del paladar, así como de la forma dental, se identificó que ocho de los maxilares correspondían a híbridos de perro y lobo o loberros, tres a perros, dos a híbridos de coyote y loberro, y uno a la mezcla de coyote y perro", expuso.

El experto explicó que esa identificación, junto con el análisis de diversas pinturas murales de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, llevó al equipo de investigadores a replantear el papel que jugaba el lobo en la cultura teotihuacana, como símbolo de la milicia.

Durante muchos años, cualquier representación teotihuacana que tuviera forma de cánido se interpretaba como coyote.

Es así que los artículos sobre la iconografía de esta cultura, realizados entre 1960 y 2000, la interpretación de una forma de cánido se asociaba con el coyote, observó.

"Ahora tenemos la información arqueozoológica que demuestra que, por cada osamenta de coyote que se descubre hay 20 lobos, lo que está llevando a repensar la interpretación de representaciones iconográficas de cánidos", aseguro.

Perro-Lobo