miércoles, 23 de junio de 2010

Tecnología multimedia explica relación entre el náhuatl y el español


Agencia ID
: : 23/06/2010

México, DF. El uso de tecnología multimedia para apoyar la educación de alumnos en escuelas secundarias no es novedoso, tampoco el hecho de que el material sea específicamente con el interés de la enseñanza de otra lengua. Quizá, lo que resulta interesante del proyecto desarrollado por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), para la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe de la SEP, es que la asignatura a la que va dirigido es la de Lengua y cultura náhuatl, impartida en planteles de la zona central mexicana conocida como La Huasteca.

El eje temático del material multimedia es la influencia que el español y el náhuatl han tenido uno del otro hasta la actualidad.

A través de audio, animación y un videojuego, los estudiantes podrán comprender la relación que por más de cuatro siglos han tenido ambos idiomas, por lo que pueden apreciar referencias culturales como la música, los paisajes, los animales, la comida y la variante náhuatl propia de la región.

Con el título Semanauak: Nahua Olinyolistli: La totalidad de la vida en movimiento en el mundo náhuatl, el material desarrollado por el área de Ciencias Computacionales del INAOE, está dividido en una primera parte por un audio que explica la diversidad de lenguas que hay en México e introduce la temática del curso, que es la influencia del náhuatl en el español y viceversa.

La segunda parte la compone un video, realizado en el municipio hidalguense de Huejutla, que contó con la participación y asesoramiento de especialistas en didáctica, pedagogía y cultura, a fin de evitar el uso de estereotipos, y donde se capturan imágenes representativas de La Huasteca.

Un segmento más es el correspondiente a la animación digital, en la cual los expertos de la instancia perteneciente al Sistema de Centros Públicos de Investigación Conacyt crearon el personaje de un loro, ave típica de la región Centro-Este del territorio nacional, el cual profundiza la influencia que ha tenido el español en la lengua náhuatl de los habitantes de La Huasteca, con el objetivo de amenizar el aprendizaje de los estudiantes.

El cerrojo del material didáctico es un video interactivo que refuerza todos los conceptos presentados hasta esa etapa. La experiencia virtual cuenta con tres escenarios que pretenden familiarizar al usuario con la tecnología a partir de elementos de su entorno inmediato: el primero es una cocina tradicional de estas comunidades, en otra escena los alumnos de secundaria visitan una milpa (campo de cultivo), y el último contexto representa un mercado típico de la región.

En todos los escenarios del video interactivo se identifican palabras surgidas a raíz de la relación entre ambos idiomas representativos de la historia nacional. Por ejemplo, los vocablos tamal o aguacate son casos significativos de una aportación náhuatl al español.

De tal modo, los expertos del INAOE pretenden que, al igual que ambas lenguas interaccionaron entre ellas para enriquecerse en vocabulario, lo haga el alumno con una realidad virtual que tiene como única finalidad la de enriquecer su conocimiento.

Semanauak

Cavarán un túnel para proseguir en busca del tlatoani Ahuítzotl

Ana Mónica Rodríguez : : La Jornada : : Miércoles 23 de junio de 2010

Para proseguir con la búsqueda del tlatoani mexica Ahuítzotl, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cavarán un túnel al oeste del predio conocido como Las Ajaracas.

El orificio tiene que ser muy pequeño y solamente dentro del predio que exploramos; será un túnel hacia el oeste desde donde se encontró el monolito de Tlatecuhtli y de unos cuantos metros de longitud, explica Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor.

Basado en datos del siglo XVI, el equipo multidisciplinario que encabeza López Luján continuará la búsqueda de las cenizas del tlatoani mexica Ahuítzotl o de algunos de sus dos antecesores, Axayácatl o Tízoc.

El arqueólogo dirige las investigaciones donde fue hallado el monolito de Tlaltecuhtli, en octubre de 2006, el cual actualmente está a la vista del público en la muestra Moctezuma II: tiempo y destino de un gobernante en el Museo del Templo Mayor.

López Luján explica que tras el hallazgo de la colosal piedra, no hemos corroborado ni desechado nuestra hipótesis inicial: que las cenizas se encuentran cerca del lugar donde yacía el monolito de Tlaltecuhtli. Por ello continuaremos en la búsqueda y se harán varios pozos, además del pequeño túnel al oeste.

Exploración en varios frentes

Un punto hacia donde se dirigen los trabajos es lo más cercano al actual Museo Archivo de la Fotografía, luego del hallazgo de la lápida mortuoria de la deidad de la tierra (La Jornada, 4/6/10), con la cual se cubrió durante cinco siglos la urna que podría contener los restos del gobernante mexica y que estaría elaborada en cerámica o piedra.

“Si no la encontramos, posiblemente otros arqueólogos la descubran; las fuentes históricas refieren que estaba en un edificio de nombre ‘el coalxicalco’, el cual tal vez se ubique al este, bajo el Museo Archivo de la Fotografía.

“No sólo excavamos hacia abajo, sino que hay varios frentes. Buscamos en qué lugar puede estar la tumba; posiblemente no esté donde indagamos ahora, sino un poco más hacia el poniente. La hipótesis original puede ser equívoca o correcta.

“El gran obstáculo –agrega López Luján– para investigar en la antigua Tenochtitlán es el mismo de quienes estudian Alejandría, Jerusalén, Estambul: la excavación es muy complicada. Éste es un momento excepcional, hay muchos arqueólogos estudiando, tenemos realmente apoyo y surgen todos estos descubrimientos que complementan un rompecabezas interminable.”

Otro aspecto que reveló el experto es la importancia de las 16 ofrendas descubiertas en torno a Tlaltecuhtli, las cuales también se exhiben en Moctezuma II.

Vista de la Coyolxauhqui (en primer plano) y de Tlaltecuhtli, piezas estelares de la exposición Moctezuma II: tiempo y destino de un gobernante, que se presenta en el Museo del Templo MayorFoto Carlos Cisneros

López Luján dice que las excavaciones en el Centro Histórico continuarán en tanto lo permitan los medios técnicos y científicos.

Varios enigmas envuelven al monolito de Tlaltecuhtli, como el del hueco en el centro del vientre la colosal piedra. Al respecto, López Luján refiere que podría haber tenido labrado un personaje importante, del cual quedó un relieve que delinea un par de pies, y quizás un cetro o arma. Los pies pertenecen a una misma persona representada de perfil, que se dirige hacia la entrepierna de la diosa. Ambos están calzados con ricas sandalias, llamadas itzcactli, de obsidiana.

De manera significativa, con ese calzado se representa a Tonatiuh, Huitzilopochtli, Xiuhtecuhtli, Tecaztlipoca, Tláloc, Chantico, Xilomen, los dioses del pulque, Mitlanctecuhtli, Chiconahui Itzcuintli, Itztapaltótec y Xipe Tótec. Por si fuera poco, agrega el arqueólogo, Moctezuma II acostumbraba vestir itzcactli.

Siete temporadas de excavaciones

A lo largo de 38 años, en el Proyecto Templo Mayor se ha estudiado buena parte del recinto sagrado de la antigua Tenochtitlán.

Han sido explorados más de 13 mil metros cuadrados del Centro Histórico, develando vestigios de la gran pirámide dedicada a Tláloc y Huitzilopochtli, 13 edificios menores, innumerables esculturas y 151 ofrendas.

También se han realizado siete temporadas de excavaciones; la última continúa y se prevé concluirla a finales de 2012.

Las tres iniciales fueron dirigidas por Eduardo Matos Moctezuma y las cuatro restantes por López Luján. La mayor parte de investigaciones se efectúan en el antiguo mayorazgo de Nava Chávez, ubicado en la intersección de las calles de Argentina y Guatemala (conocido como el predio Las Ajaracas).

En ese lugar, equipos del Programa de Arqueología Urbana y del Proyecto Templo Mayor han descubierto 27 ofrendas depositadas por los mexicas al pie de la pirámide principal y en torno al monolito de Tlaltecuhtli.

En las próximas semanas serán publicados dos volúmenes en torno a Tlaltecuhtli y la magna exposición que estará montada en el Museo del Templo Mayor hasta enero de 2011: uno es Moctezuma II: tiempo y destino de un gobernante (INAH, 2010, Leonardo López Luján y Colin McEwan, coordinadores), catálogo de la muestra, que es la traducción corregida y aumentada del que publicó el año pasado el Museo Británico, en Londres.

El otro es Tlaltecuhtli (Fundación conmemoraciones 2010/ INAH, 2010, Leonardo López Luján), redición del capítulo sobre la diosa contenido originalmente en el volumen Escultura monumental mexica.

Búscando a Ahuítzotl

La diosa Tlaltecuhtli se impone en “Moctezuma”

Sonia Sierra : : El Universal : : Jueves 17 de junio de 2010

La diosa de la tierra luce sus colores, su cabello rojo y rizado que representa el inframundo, sus colores sin par, su anatomía humana y sus garras, en la exposición "Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante", que desde este jueves a las nueve horas se podrá visitar en el Museo del Templo Mayor, en el Centro Histórico.

La muestra, con más de 200 piezas, es la primera que se presenta en torno a un gobernante prehispánico. Podrá ser visitada por el público hasta enero de 2011.

La Tlaltecuhtli se encontró en octubre de 2006, aproximadamente a cuatro y medio metros de profundidad desde el nivel de la calle, en el predio de la Casa de las Ajaracas, del Centro Histórico de la Ciudad de México. Su hallazgo ha revelado 16 ofrendas, algunas de las cuales se presentan en esta exposición.

"En ningún lugar de Mesoamérica, eso me atrevería a decir, hay ofrendas tan ricas como aquí", dijo ayer el arqueólogo Leonardo López Luján, coordinador del proyecto Templo Mayor:

"Es una deidad femenina, la señora de la tierra; en vez de manos y pies tiene grandes garras, posiblemente de un ave rapaz. Su cuerpo tiene anatomía humana, su cabello rizado es el cabello del inframundo, de la muerte, del terror; tiene como distintivo dos grandes círculos en sus mejillas. Su boca se abre para proyectar la lengua, que da un sorbo a un flujo de sangre".

La diosa de la tierra ocupa el vestíbulo del Museo y en torno de ella se encuentran piezas prehispánicas y de la colonia representativas de la época de ese imperio que llegó a ser uno de los más importantes del mundo.

La pieza, que mide 4.16 por 3.62, tiene apenas 38 centímetros de espesor, pesa 12 toneladas y la piedra con que se hizo fue traída de un yacimiento a la isla de Tenochtitlan, explicó López Luján.

La gran pregunta para los investigadores es qué había en el centro de la escultura, en su abdomen, porque esta parte no se encontró.

"Era un personaje esculpido; aun se pueden ver las sandalias del individuo que estaba ahí. Lo que vemos son sandalias de obsidiana que las usaban sólo los soberanos, como Moctezuma, y personajes como el dios Sol o la diosa Luna".

De mayor tamaño que el Calendario Azteca y Coyolxauhqui, el monolito es singular también porque conserva sus colores: rojo claro, rojo oscuro, amarillo, blanco, negro y azul maya.
Acerca de su origen, López Luján detalló: "La escultura -se ve en los códices- representa una divinidad que es devoradora. Al principio del tiempo, en el Alfa del tiempo, Tlaltecuhtli es la madre de todas las criaturas, de las plantas, los animales, los seres humanos, del Sol y de la Luna, pero al final del ciclo, en el Omega, cuando llega el momento de la muerte, ella misma devora a sus hijos, abre sus fauces cuando se le representa como reptil y enguye a sus hijos. Por eso todas las deidades que son advocaciones de la madre tierra, como Tlatecuhtli, Coyolxauhqui o Tonantzin, se les representa como mujeres, pero también con aspectos monstruosos, de animales; son muy veneradas, pero también muy temidas. No es como el Cristianismo, que tenemos el bien y el mal absoluto, sino que esos dos principios en las religiones mesoamericanas se funden en una sola divinidad".

Hasta enero de 2011

"Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante" abre con la pieza Teocalli de la Guerra Sagrada, obra que viene del Museo Nacional de Antropología y que es una de las pocas que muestra una imagen del tlatoani. Es una obra que, explicó ayer en el recorrido para la prensa el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma -curador de la exposición-, se hizo posiblemente en 1507 con motivo de la festividad del fuego nuevo. Otra característica que la hace singular, es que en ella se aprecia el símbolo de la fundación de Tenochtitlan: el águila parada sobre el nopal.

Entre las piezas que se podrán apreciar figura además la Piedra dedicatoria del Templo Mayor, tallada en diorita verde por sus cinco caras; el Corazón de piedra verde, pieza asociada con la fundación de la ciudad mexica; el Disco de oro (tezcacuitlapilli), el emblemático Retrato de Moctezuma II, proveniente de la Colección Maillé, y el Códice Moctezuma, proveniente del Museo Regional Cuauhnáhuac, en Morelos, donde se narra la muerte del tlatoani a manos de los españoles.

"Bernal Díaz decía que lo asomaron por el Palacio y que fue apedreado por el pueblo mexicano; en tanto que los indígenas decían que fueron los españoles los que mataron al tlatoani".

También figura en la muestra una pila bautismal en la que, como explicó Matos Moctezuma, los españoles aprovecharon la representación de una serpiente emplumada e hicieron el agujero para transformarlo en una pila bautismal. "Una muestra muy clara de que cómo empiezan a tratar de imponerse las ideas del catolicismo sobre aquellas que había reodiominado en Mesoamérica".

Nuevos hallazgos

Leonardo López Luján explicó que las excavaciones en la zona del Templo Mayor continúan en varios puntos, entre estos en el predio de las Ajaracas. Los investigadores creen que la Tlaltecuhtli sería una lápida mortuoria del tlatoani Ahuizotl que estuvo antes de Moctezuma II.

"Estamos viviendo una época revolucionaria a nivel científico -dijo López Luján-. El gran obstáculo que tenemos los que estudiamos Tenochtitlan es la ciudad de México, el mismo obstáculo de quienes estudian Roma, Jerusalem, Estambul, la excavación es muy complicada. Este es un momento excepcional, hay muchos arqueólogos estudiando, tenemos realmente apoyo y surgen todos estos descubrimientos que poco a poco van complementando un rompecabezas que sabemos que nunca vamos a complementar, el de la ciudad de Tenochtitlan".

"Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante" se exhibe en el Museo del Templo Mayor, en la calle Seminario 8, Centro Histórico. El recinto abre de martes a domingo, de 9 a 17 horas. El costo de la entrada es de $ 51.

Tlaltecuhtli

Invitan a conocer cómo era el gobierno de Moctezuma II

Ana Mónica Rodríguez : : Periódico La Jornada : : Viernes 4 de junio de 2010

La lápida mortuoria con la gran escultura de Tlaltecuhtli que Moctezuma II mandó realizar para cubrir los restos de su antecesor Ahuizótl, hacia el año 1502, es la pieza estelar de la exposición que será inaugurada la segunda semana de junio en el Museo del Templo Mayor, adelanta a La Jornada el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.

La muestra Moctezuma II: tiempo y destino de un gobernante, que concluirá hasta enero del próximo año, incluye casi 200 piezas y narra la etapa mexica a la llegada de los españoles y los hallazgos en el predio de Las Ajaracas.

Matos Moctezuma, curador general de la exposición, explica que con esa magna exhibición se invitará al público a conocer cómo era el gobierno del emperador mexica, quien fue testigo de la invasión y colonización de las huestes españolas al mando de Hernán Cortés.

Hace unos meses, la muestra tuvo gran éxito en el Museo Británico y ahora –sin las piezas prestadas por otras naciones, las cuales regresaron a esas colecciones– se exhibirá por primera vez al monolito de Tlaltecuhtli descubierto en octubre de 2006 al pie del Templo Mayor.

El público admirará a la deidad de la tierra, después del complejo proceso de conservación y restauración y, en torno a esa mole se colocarán seis vitrinas con algunos de los objetos recuperados entre 2007 y 2010 en las ofrendas dedicadas a la gran escultura.

Entre las más de 75 piezas se expondrán, además, casi un centenar de vestigios hallados en torno a Tlaltecuhtli, en los que figuran restos de animales marinos, conchas, corales, caracoles y otros elementos.

Asimismo, será colocado el esqueleto de un lobo; se verán numerosos artefactos de oro (principalmente cascabeles e insignias de los dioses del pulque); y se exhibirán máscaras y cetros de madera.

Además, en otras vitrinas serán puestos los cuchillos de sacrificio y sahumadores policromos de cerámica.

La ofrenda 102 fue hallada durante las excavaciones que se realizaron en el predio de Las Ajaracas y entre sus características resalta que se encontraba casi intacta y contenía materiales de madera, papel y también un atavío de una sacerdotisa de Tláloc.

Las anteriores son piezas que los mexicas depositaron hace más de 500 años, entre las que se hallaron máscaras y cetros, joyas e insignias de oro.

Esos vestigios pertenecen a 16 ofrendas dedicadas a la diosa de la tierra, que han sido halladas a lo largo de tres años durante las excavaciones que se realizan en el predio de Las Ajaracas.

Entre esas piezas también destacan máscaras, cetros de madera y los cuchillos adornados con elementos que evocan la vestimenta de Ehécatl, dios del viento.

También se exhibirán dos cuchillos de sacrificio descubiertos en la Ofrenda 125, los cuales fueron elaborados con pedernal y dos de los 25 sahumadores hallados en la Ofrenda 130, descubierta justo al pie de la escalinata de la plataforma del Templo Mayor. Asimismo se colocarán un rico conjunto de joyas e insignias de oro, recuperadas en ofrendas que se encontraban en el subsuelo en donde fue hallado el monolito de la diosa Tlaltecuhtli.

Otros objetos incluidos en la muestra son tres tipos distintos de cascabeles, además de insignias frontales, orejeras y narigueras.

Las ofrendas mencionadas develan información sobre la religión mexica y su cosmovisión; mediante la colocación de esos elementos en cajas, los sacerdotes se congraciaban con las divinidades y recreaban su propio universo; además, reflejaban su poderío y economía basados en el sistema tributario de los pueblos sometidos por Moctezuma.

El retrato de Moctezuma II en gran formato, pintado por Antonio Rodríguez en el siglo XVII, se incluye en la exposición que se inaugurará la próxima semana en el museo de sitio del Templo Mayor, en el Centro Histórico, la cual concluirá en enero de 2011

En el contexto museográfico sobre el tlatoani, Matos precisa que será exhibido un teocalli, pues es una escultura muy importante porque representa un templo azteca. En su parte posterior tiene el símbolo de Tenochtitlán, que es una águila parada sobre una nopalera y muestra la figura de Huitzilopochtli y del mismo Moctezuma II.

En este gran trabajo curatorial también participa Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor, quien junto con su equipo está a cargo de la investigación y las excavaciones en el antiguo centro ceremonial mexica y fue quien hizo la selección de las piezas halladas debajo de Tlaltecuhtli.

Mole de enigmáticos colores

Eduardo Matos Moctezuma explica que la monumental escultura –trasladada el pasado 17 de mayo al vestíbulo del recinto– puede ser observada desde cualquier piso del Museo del Templo Mayor. Realmente se ve impresionante y para resaltarla a los ojos del público se pondrá una rampa para que tengan una mejor perspectiva visual y vean a Tlaltecuhtli por los cuatro lados.

Entre las piezas también serán exhibidos un biombo magnífico, decorado con escenas de la guerra de conquista, así como una pila bautismal y el gran retrato de Moctezuma II.

Sobre esta imagen, dice Matos Moctezuma, se tomó una radiografía y los resultados arrojaron evidencias de otra pintura oculta que también muestra al tlatoani mexica. Esta investigación será difundida en unos folletos que publicará el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La exposición Moctezuma II: tiempo y destino de un gobernante permanecerá abierta en el museo de sitio hasta 2011, mientras Tlaltecuhtli seguirá más tiempo en el vestíbulo del museo hasta que se construya el recinto que la recibirá de manera permanente que será el mismo predio de Las Ajaracas.

La sala de muestras temporales exhibirá una cronología de la civilización mexica que se remonta a la época de la conquista y la Colonia.

La muestra inicial Moctezuma: Aztec Ruler, que se presentó en el Museo Británico con grandísimo éxito, fue curada por Colin McEwan, Eduardo Matos y Leonardo López Luján.

Y ahora llega al Museo del Templo Mayor, con una modalidad diferente y espectacular.

Solamente se exhibirán aquí las piezas mexicanas que fueron a Londres, ya que no vendrán las pertenecientes a colecciones europeas y estadunidenses, además de todo el contexto en torno a la deidad terrestre.

Para esta muestra se publicará en español el catálogo que se imprimió para Londres, coordinado por Colin McEwan y López Luján; además, se reimprimirá el libro Escultura monumental mexica, escrito al alimón por López Luján y Matos Moctezuma.

Sin duda, la estrella principal de la magna exposición será la escultura labrada de Tlaltecuhtli que recibirá a los visitantes y mostrará su enigmáticos colores, los cuatro fragmentos en que fue hallada y el gran orificio que tiene al centro la mole de más de 12 toneladas, que mide 4.19 por 3.62 metros

Moctezuma II